El jefe de sala de la Guardia Civil recibe una llamada tras el doble crimen: “Soy Ali, el que ha matado a su mujer en sa Pobla, estoy en el Portitxol”
La instructora asegura en el juicio con jurado que el acusado no presentaba síntomas de ir drogado cuando fue detenido: “No estaba nervioso”

Redacción Digital
“Soy Ali, el que ha matado a su mujer en sa Pobla, estoy en el Portitxol”. El jefe de sala de la Comandancia de la Guardia Civil ha recordado hoy en la segunda sesión del juicio con jurado por el doble crimen de sa Pobla que el pasado 17 de mayo de 2021 por la tarde recibió una llamada del acusado en la que le confesaba los hechos.
“Le dije que no se preocupara que en seguida mandaba a mis compañeros. Le pregunté si estaba bien, si necesitaba un médico. Él me contestó ‘no me encuentro bien, quiero hablar con vosotros’”, ha manifestado el testigo.
El encausado, Ali Khouch, ciudadano marroquí de 39 años, se ha mostrado cabizbajo en el banquillo en la Audiencia de Palma. Se enfrenta a una petición de condena de prisión permanente revisable y otros 25 años de cárcel por parte del fiscal por dos delitos de asesinato y otro de aborto por matar a su esposa Warda Ouchene, de 28 años, embarazada de 21 semanas, y al hijo que ambos tenían en común, de siete años, estrangulándolos en el domicilio familiar en sa Pobla la noche del 16 de mayo de 2021. Se trata del primer caso en la historia de Balears en el que se solicita la pena de prisión permanente revisable.
“No dio ningún otro detalle, estaba como preocupado, se le notaba preocupado. Luego, le volví a llamar, pero saltó el contestador”, ha indicado el jefe de sala de la Guardia Civil. “Avisamos a la Policía Local y a la Policía Nacional”, ha añadido.
La teniente de la Guardia Civil que instruyó el caso y que también participó en la detención de Ali Khouch ha subrayado que el hombre no presentaba síntomas de estar drogado. “No estaba nervioso. La detención se produjo una hora después de la llamada. Era por la tarde, él estaba por la zona del torrente del Portitxol. Cuando fue arrestado, él dijo que había matado a su mujer y a su hijo y que solía consumir sustancias estupefacientes, pero en dependencias de la Guardia Civil se acogió a su derecho a no declarar”, ha apuntado la investigadora.
“Él no presentaba ningún estado de haber tomado ningún tipo de sustancia”, ha insistido la instructora a través de videoconferencia.
Antecedentes policiales por violencia machista
Otra guardia civil ha detallado que la víctima había denunciado a su esposo, Ali, en dos ocasiones, una en Policía Nacional y otra en Guardia Civil, por violencia de género. “Tuvo una orden de protección, que ya estaba cesada. Se continuó el seguimiento con llamadas, pero luego él salió del país, se fue a Marruecos, y ya no se tuvo más conocimiento de ninguna noticia hasta el día de los hechos”, ha explicado la agente.
“La pareja estaba en proceso de divorcio, pero al final no se divorciaron. La familia de él la convenció para que no se divorciaran”, ha agregado la guardia civil ante el tribunal popular.
“El padre de la víctima nos dijo que su hija sufría episodios de violencia de género. El día de los hechos ella se puso en contacto con él para decirle que sufría violencia de género por parte de su marido, le dijo que tenía discusiones con su marido. Luego, el padre intentó ponerse en contacto con ella el 17 de mayo y le resultó imposible, por lo que avisó a un familiar”, ha declarado la teniente.
“Hablamos con un familiar de la víctima en sa Pobla que encontró los dos cuerpos sin vida. Era un niño de 13 años. Nos relató que había ido a buscar a su prima, Warda; la puerta de casa estaba cerrada, no pudo entrar, por lo que entró por una ventana y descubrió los dos cadáveres en el suelo. Avisó a su padre y al 112”, ha rememorado una guardia civil.
El hermano de Warda, que vive en la península, recibió unos mensajes de whatsapp de Ali en los que le decía que su hermana y el niño estaban muertos.
La Guardia Civil también contaba con la información de un taxista, que la noche del crimen recibió una llamada por parte del acusado en la que solicitaba un taxi para ir de sa Pobla a Palma.
Los miembros del jurado han escuchado hoy la conversación telefónica durante el juicio. En ella, Ali pide que un taxi le recoja en la calle Santa Catalina Tomás de sa Pobla, donde se encuentra su domicilio, para que le lleve a la calle Manacor en Palma. El taxista le solicita si se trata de un trayecto por trabajo. Ali le responde que no, por lo que el interlocutor le informa de que no se puede circular debido al toque de queda.
Además, los investigadores comprobaron que entre la tarde y la noche en la que se produjo el doble crimen, el 16 de mayo de 2021, el sospechoso viajó de sa Pobla a Palma en dos ocasiones.
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