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El hombre de Elon Musk en Europa es mallorquín y menorquín

Martín Varsavsky, con casas en Formentor y en Alaior, apadrinó la entrada del hombre más rico del mundo en Alemania

Los aficionados árabes del Real Madrid se dirigen tras el partido a la expedición mallorquina en el estadio de Yeda con el señorío habitual del club blanco, los tres dedos se corresponden con los tres goles recibidos.

Los aficionados árabes del Real Madrid se dirigen tras el partido a la expedición mallorquina en el estadio de Yeda con el señorío habitual del club blanco, los tres dedos se corresponden con los tres goles recibidos. / DM

Matías Vallés

Matías Vallés

Martín Varsavsky habla con propiedad y conocimiento en su blog de que «el ParcBit mallorquín es una maravilla de emprendimiento». Aporta una documentación exhaustiva sobre «este parque tecnológico de España», con la precisión estatal porque este emprendedor conocido en todo el mundo por la revolución que protagonizó en Jazztel se dirige a un público internacional. También se felicita de la reforma del Hotel Formentor, criterio del que discrepamos, o avala una «Propuesta para crear un ParcBit en Alaior», encareciendo ambas islas por motivos que se explicarán a continuación.

Argentino de nacimiento, Varsavsky es asimismo mallorquín y menorquín. En 1999 se compró una envidiable villa en Formentor, sueño que venía acariciando desde quince años atrás. El veinteañero quedó «abrumado ante esta zona de Mallorca, esa como haber descubierto América pero de este lado, me dije que tendría una casa aquí». Con posterioridad adquirió «mi finca» en Alaior, de nombre Binisegarra y donde pasó la covid con su familia. Con todo, este empresario disruptivo acredita una fortuna de 350 millones de euros, muy poco para esta sección. Acude aquí como introductor en Europa del hombre más caro de la historia de la humanidad. Elon Musk, 420 mil millones y subiendo.

Varsavsky no solo está relacionado con el megamillonario, sino que ha jugado un papel decisivo en su desembarco en Europa, que aterroriza al viejo continente. A finales del año pasado, Musk publicó un artículo en el señero rotativo germano Die Welt, donde afirmaba que «Alemania se ha instalado en la mediocridad. Es hora de cambios audaces y Alternativa por Alemania es el único partido que abre este camino». El apoyo a la ultraderecha motivó la dimisión de la jefa de opinión del rotativo, y nos dirigimos así hacia la conexión con nuestro protagonista mallorquín y menorquín.

Varsavsky no solo es un miembro del consejo editor de Axel Springer, editor de Die Welt y del Bild Zeitung. Además, el primer día del año tuiteó que estaba detrás de la publicación del artículo que ha sacudido Europa, un texto que habría recomendado encarecidamente a Jennifer Wilton, la directora del periódico. El mallorquín y menorquín difundió de paso su amistad con Musk, quien además compartió el post de su colega con un efusivo «¡Es verdad!» Y acabaremos relativizando que no puede descartarse que Musk haya visitado Balears de la mano de su amigo.

El Mallorca, 0 -Real Madrid, 3 de la Supercopa ha demostrado que Rafael Nadal debería pedir un aumento del sueldo que recibe de Arabia Saudí, dado que «este país que se ha abierto al mundo, con un gran potencial» practicó los abusos y los acosos también sexuales con los doscientos aficionados y aficionadas mallorquinistas que volaron a Yeda. Solo Rafael Louzán tradujo lo ocurrido en «muestras de cariño» y «agobio», las esposas de los futbolistas son mucho más articuladas que la Federación o que el propio Club mallorquín, solidarios en la petición de cárcel para un socio que insultó al magnate Vinícius. No ser multimillonario tiene sus desventajas, en aquel lance penado se explotaron los vídeos que aquí se han ignorado.

En la imagen que hoy nos ilustra, los aficionados árabes del Real Madrid se dirigen tras el partido hacia o contra la expedición mallorquina en el estadio de Yeda, con el señorío habitual del club blanco. Los tres dedos exhibidos se corresponden con los tres goles encajados por los mallorquines. Tras las agresiones, Alfonso Díaz tartamudeó unas vagas excusas desde el club. También procrastinaron los políticos, aunque el Mallorca se muestra hoy enojado con las peticiones de responsabilidades de los gobernantes, a quienes reprocha oportunismo.

Y antes de acabar con el Mallorca, hay que felicitarse de la nutrida representación política que se desplazó a Yeda. El alcalde Jaime Martínez, su vigilante Javier Bonet, el conseller Jaume Bauzá, el vicepresidente del Consell Pedro Bestard, Ramonell, Toni Prats y hasta jefas de gabinete. Todos ellos volaron con el chárter del club, alguno se alojó tres noches en el lujoso Hilton saudí. ¿Quién abonó un desembolso de miles de euros per cápita? Si han pagado los ciudadanos, seguro que se aportarán todos los detalles, aunque todavía no se han publicado. Si es un obsequio, está prohibido por las reglas que imperan en las instituciones reseñadas.

Macrourbanizaciones, sí; macrogranjas, no, predica la Mallorca animalista. Si los independentistas de Arran han logrado profanar una comisaría sin que se entere la policía, no parece que la infiltración de agentes con derecho a roce haya sido un éxito. Los ridículos no se anulan, se suman, lo cual nos lleva a que el Premio Ciudad de Palma de Novela en castellano se le concedería con toda naturalidad al Pascual Duarte si alguien lo presentase, en atención a sus innumerables méritos literarios. Cort obliga a los palmesanos a digitalizar los trámites, pero no sabe en qué consiste Google.

Reflexión dominical agnóstica: «Dejar de creer no fue la solución».

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