Un expolicía de Son Servera condenado a siete años por intentar matar a su mujer se fuga tras quitarse la pulsera antimaltrato

La fiscalía ha solicitado a la Audiencia de Palma una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión ante el riesgo que supone el hombre

La defensa se ha opuesto a su encarcelamiento al considerar que no existe peligro

El expolicía local de Son Servera condenado por tentativa de homicidio a su esposa, al pasar a disposición judicial en Manacor.

El expolicía local de Son Servera condenado por tentativa de homicidio a su esposa, al pasar a disposición judicial en Manacor. / Guillem Bosch

Un expolicía local de Son Servera condenado a finales de octubre de 2024 a siete años y medio de prisión por intentar matar a su mujer estrangulándola con un fular en el domicilio conyugal en 2018 se ha fugado en los últimos días tras quitarse la pulsera antimaltrato.

El antiguo agente se encuentra en libertad, ya que la sentencia de la Audiencia de Palma que le declaró autor responsable de un delito de homicidio en grado de tentativa aún no es firme. El fallo fue recurrido en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), que todavía no se ha pronunciado.

Desde hace años, el procesado, que tiene prohibido aproximarse y comunicarse con la víctima, lleva una pulsera telemática para ser controlado y que no se acerque a la perjudicada. Nunca se había detectado ninguna incidencia ni ningún quebrantamiento hasta que la semana pasada se comprobó que el hombre se había desprendido del dispositivo.

La pulsera antimaltrato no estaba activa en los últimos días, se había quedado sin batería, por lo que los investigadores se movilizaron y comprobaron que el agresor tampoco se hallaba en su domicilio. Al no poder ser localizado, las fuerzas de seguridad informaron de que se hallaba en paradero desconocido y que se había fugado.

La fiscalía, atendiendo a la gravedad de los hechos, ha solicitado su busca y captura. El abogado de la acusación particular, en representación de la mujer perjudicada, también lo ha pedido.

De hecho, ayer mismo se celebró una vista en la Audiencia Provincial para dirimir esta cuestión. El ministerio público reclamó al tribunal de la sección segunda, que le condenó por intento de homicidio el año pasado, que dicte una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión ante el riesgo que supone el hombre. El letrado de la acusación particular se adhirió también a lo interesado por el fiscal al considerar que existe peligro al desconocer cuál es su paradero en estos momentos.

Por su parte, el abogado defensor, Óscar Navarro, se opuso a las pretensiones de las acusaciones alegando que todavía no se han agotado todas las vías posibles para su localización y, por tanto, existen otras medidas menos gravosas que su encarcelamiento.

La defensa considera que no hay riesgo ni peligro porque no se ha producido ningún quebrantamiento en los últimos seis años ni tampoco cualquier tipo de incidente. Según su versión, el expolicía no ha incumplido el alejamiento ni ha protagonizado ningún tipo de incidencia con su anterior pareja. Durante estos últimos años, el dispositivo telemático de control siempre ha funcionado y no ha detectado ningún quebrantamiento.

Además, el letrado defensor recalcó que la sentencia condenatoria no es firme todavía, ya que se encuentra recurrida ante el TSJB. Por tanto, carece de sentido que su cliente se haya fugado de la Justicia. El abogado pidió su localización, detención y personación, es decir, que las fuerzas y cuerpos de seguridad realicen las gestiones pertinentes y agoten todas las vías posibles hasta encontrarle.

El tribunal de la Audiencia de Palma deberá decidir si ordena su búsqueda e ingreso en prisión.

Sentencia de octubre de 2024

La Sala, además de imponer al expolicía de Son Servera una pena de siete años y medio de cárcel, fijó también una indemnización de más de 6.600 euros por las lesiones y daños morales ocasionados a la víctima, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con ella durante diez años.

La Audiencia Provincial apreció la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas porque la causa estuvo paralizada durante un periodo prolongado de tiempo, aunque también la agravante de discriminación por razón de género al considerar que el acusado agredió a su esposa, sobre todo, por su condición de mujer.

Los hechos enjuiciados ocurrieron en la tarde del 8 de marzo de 2018, día internacional de la mujer, en la vivienda donde convivía el expolicía local con su esposa en Son Servera. El procesado, después de regresar con ella de una comida con unos conocidos, empezó a discutir con la mujer porque no quería que ella saliera con sus amigas.

En el transcurso de la disputa, el agresor agarró a la víctima por los hombros, al tiempo que la insultaba y le decía “que no valía para nada”. La empujó hasta el baño, donde tiró varios frascos al suelo, y a continuación la arrastró hacia el dormitorio agarrando la bufanda que ella llevaba en el cuello.

Acto seguido, el encausado empujó a la víctima sobre la cama, donde la intentó asfixiar apretando el fular. Según detalla la sentencia, ella gritaba y le suplicaba que parara, pero él hizo caso omiso y siguió haciendo fuerza. La perjudicada logró zafarse de él y se dirigió al baño. El hombre fue tras ella y le propinó un cabezazo en la nariz lo que le produjo lesiones.

Por último, el agresor sacó una navaja y se la colocó en el cuello, mientras le decía: “Lo tengo que hacer, aunque vaya a la cárcel”. La mujer consiguió reaccionar, le dio un empujón y logró salir corriendo de la casa hasta refugiarse en el domicilio de una vecina.

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