En busca de la dosis adecuada

Recetar es cosa fácil. Todo depende de los términos y condiciones en que se haga, pero la creencia y la práctica popular tiene asimilado desde tiempo inmemorial que es más cómodo prescribir un medicamento que ingerirlo. Aún así, también es cierto que hay quien exige y procura la receta rápida y superficial en busca de un remedio instantáneo y genérico, importando poco si es o no bienestar para hoy y mal de efecto secundario para mañana.

Un juego virtual de cartas contra las súperbacterias

Así las cosas, el modo de administrar medicamentos al paciente se convierte en todo un cuadro clínico y un diagnóstico certero de los modos profesionales al uso en sanidad y de las preferencias del ciudadano. Al médico le va bien recetar rápido porque está aquejado de exceso de pacientes y éstos se conforman con la superficialidad de una solución que no se adentra en detalles personales. La gran herramienta para lidiar con esta situación se llama antibiótico. Está tan presente en los consultorios que las bacterias, siempre en guardia, se han familiarizado con ellos y vuelto multirresistentes a su efecto. No queda más remedio por tanto que replantear la estrategia para una batalla permanente, la de la salud, que siempre está abierta y demanda nuevos retos.

Todos los médicos de familia de Mallorca participarán en un estudio para recetar menos antibióticos

Es en esta línea que Atención Primaria se incorpora a los estudios que persiguen reducir la prescripción inadecuada de medicamentos. Hay que afinar la dosis para aumentar eficacia.

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