¿Hay que adaptar el menú escolar en Baleares por los niños veganos? Educación lo aclarará

Familias y nutricionistas piden regular la normativa, que por ahora no especifica si los menores que no comen carne tienen derecho a que el comedor se adapte

Niños comiendo en un comedor escolar de un colegio de Palma.

Niños comiendo en un comedor escolar de un colegio de Palma. / Manu Mielniezuk

La normativa solo recoge dos excepciones en las que es obligatorio cambiar el menú ‘ordinario’ que se sirve en los comedores escolares de Balears: por cuestiones de salud, como alergias e intolerancias, o por razones culturales, un paraguas en el que solo entran las cuestiones religiosas (como los musulmanes, que no comen cerdo). Esos son los dos únicos motivos por los que los comedores de los centros están obligados a modificar el menú según los pliegos de contratación, pero la conselleria de Educación se ha comprometido a aclarar los motivos concretos en los que será obligatorio y especificar qué casos entran en el abanico de «culturales».

Preguntada por este diario a raíz del caso de una madre que denuncia que su hijo no tiene opciones veganas en su colegio, la Conselleria ha concretado que el secretario autonómico de Educación, Mateu Suñer (de él dependen los comedores escolares), participó en una jornada de la red ‘Alimentant el Futur’ en Inca el pasado 30 de noviembre, en la que prometió que en las próximas licitaciones se especificará qué se entiende por un motivo cultural, ya que tal y como está fijado en la normativa queda en el aire. Por el momento, los colegios no están obligados a ofrecer menús veganos o vegetarianos y la Conselleria tampoco ha aclarado si incluirá estos casos en las excepciones permitidas, pero sí se compromete a que los pliegos serán «más claros».

Esta regulación es precisamente una de las peticiones de la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos (FAPA) y el Colegio Oficial de Nutricionistas: «Los centros necesitan un referente normativo que aclare qué deben y no deben hacer», apuntó ayer el director de la entidad, Miguel Ángel Guerrero. Respecto a la posibilidad de que las familias lleven su propia comida en una fiambrera (petición que hicieron ya muchos padres durante la crisis de 2008), Guerrero indicó que la cuestión ahora mismo está siendo evaluada por el departamento de Salud Alimentaria.

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