Un consejero de Ports sobre el concurso de Calanova: “Se cambiaron las reglas a mitad de partido”

"Uno de los licitadores jugaba con ventaja. Eso no era correcto", destaca un testigo en el juicio en la Audiencia de Palma

"Hubo mucho lío interno. No gustó que dos técnicos de Ports mostraran su disconformidad, hubo presión, les leyeron la cartilla", asegura otro consejero

"No sabía que había un informe contrario de la jurista de Ports. Era un expediente complejo, se necesitaba mucho tiempo para estudiarlo”, reconoce la exconsellera de Vivienda Marta Vidal

Los acusados del caso Calanova, durante el juicio en la Audiencia de Palma.

Los acusados del caso Calanova, durante el juicio en la Audiencia de Palma. / B. Ramon

B. Palau

B. Palau

“Se cambiaron las reglas a mitad de partido. Era una cosa anómala para mi experiencia. Nunca había visto que las bases de un concurso se cambien en pleno desarrollo de este. He estado en muchos consejos de administración y en muchos concursos. Vi que era un tema diferente a lo que había visto, preferí abstenerme en la votación. A veces, se anula el concurso y se inicia uno nuevo. Yo no sabía si esto era conforme a derecho”. Uno de los consejeros de Ports criticó ayer en el juicio en la Audiencia de Palma la modificación del cuadro de amarres efectuada por uno de los licitadores del concurso del puerto de Calanova, la empresa Port Olímpic Calanova SL, que resultó adjudicataria en 2013.

El testigo recordó que se abstuvo en dos votaciones que tuvieron lugar durante dos consejos de administración de PortsIB, en enero y febrero de 2014, que abordaron los recursos de reposición presentados por dos empresas que perdieron el concurso. “No lo entendía, eso no lo había visto nunca”, se quejó. “Cuando tengo dudas y no tengo base jurídica, pues me abstengo”, reconoció ante el tribunal de la sección primera.

Otro consejero de Ports fue muy contundente al respecto. “No se puede variar el cuadro de amarres. Yo me abstuve por no tener la documentación suficiente. Vi que allí había algo raro. Hubo una variación en el cuadro de amarres. De acuerdo con las bases, no podía ser. Yo entendía que esa variación no era correcta”, aseguró.

"Uno de los licitadores jugaba con ventaja. Incluía unos ingresos más altos al modificar los amarres y podía ofrecer un canon más elevado. En cambio, los otros cumplían con las bases y los ingresos eran menores. Yo entendía que eso no era correcto", destacó el testigo en referencia a la empresa ganadora, cuyos responsables se sientan en el banquillo de los acusados, junto al entonces conseller de Turismo, Carlos Delgado (PP), y su mano derecha, el exsecretario general de la Conselleria, Joaquín Legaza, por presunta prevaricación y tráfico de influencias.

"Hubo mucho lío interno. No gustó que dos técnicos de Ports mostraran su disconformidad; hubo presión, les leyeron la cartilla", remarcó ayer uno de los miembros del consejo de administración de PortsIB. “Desde Ports me comentaron que se habían remitido notas internas para que se estimara el recurso de los licitadores. En el consejo de administración se dijo lo contrario. Legaza dijo que los jurídicos no informaron nada al respecto. Hubo un enfrentamiento muy gordo entre Legaza y yo en un consejo de administración. Pensé qué cara hay que tener para decir que no se han pronunciado, cuando sí lo habían hecho”, añadió el testigo, que además es abogado.

Marta Vidal declara como testigo

La exconsellera de Vivienda, Marta Vidal, que formó parte del consejo de administración de PortsIB en 2014, también compareció ayer en la Audiencia Provincial para declarar en calidad de testigo. “Yo no había visto estas respuestas, creo que no nos enseñó las respuestas el señor Legaza, no lo recuerdo. Hubo un debate porque era una cuestión compleja. Era un asunto jurídico complejo”, indicó Vidal en la octava sesión del juicio del caso Calanova.

"No sabía que había un informe contrario de la jurista de Ports. Si lo hubiera sabido, no me hubiera manifestado. Yo di mi conformidad a los servicios jurídicos de la Conselleria. Me dieron unas explicaciones que me parecieron convincentes”, admitió la política y abogada.

No recibí presiones para emitir mi voto en las reuniones del consejo de administración”, aclaró Vidal. “Era un expediente complejo, se necesitaba mucho tiempo para estudiarlo. Yo no me lo estudié con profundidad. Confié en los jurídicos y los responsables de la Conselleria y Ports. Es imposible como consejero conocer al detalle un expediente completo”, reconoció la exconsellera.

Antonio Deudero también comparece en la Audiencia

Por su parte, el actual concejal de movilidad de Palma, Antonio Deudero, antiguo director general de Ports en la legislatura de José Ramón Bauzá (PP) y también miembro del consejo de administración, manifestó que no le constaba un informe contrario de los servicios jurídicos de PortsIB. “Creo que no vi un informe en contra. Con un informe en contra lo hubiéramos parado”, detalló, en relación con el concurso de Calanova.

Me consta que hubo algún funcionario que no estuvo de acuerdo con la idea de privatizar los puertos. Había una línea editorial contraria a la privatización en algún funcionario. Pero los técnicos mayoritariamente refrendaban el proyecto de Calanova”, recordó Deudero, quien también señaló que no recibió ningún tipo de presión. “No lo hubiera aceptado”, añadió el testigo.

El político insistió en que la tramitación del concurso de Calanova se llevaba en la Conselleria y que las dudas y cuestiones que llegaban al consejo de administración, “llegaban ya resueltas por los técnicos”. La vista oral prosigue hoy y la semana que viene con la declaración de más testigos.

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