Un médico demanda a Son Espases por retrasar una operación que era urgente

Un cirujano que trabajó en Son Espases ha presentado una demanda contra el hospital por una supuesta negligencia médica, al ser atendido de una lesión ocular. Como consecuencia de ello, el facultativo denuncia que ha perdido parte de su capacidad de visión, al ser operado más tarde de lo recomendado, y reclama una indemnización de unos 60.000 euros. La reclamación previa que ha presentado ante el IB-Salut ha sido rechazada, ya que los otros médicos del hospital consideran que la atención a su compañero fue del todo correcta y que el empeoramiento de la lesión ocular se debió a que el paciente no mantuvo el reposo que se le recomendó, sino que continuó trabajando.

Los hechos se sitúan en el mes de agosto del año 2020. Ese día, que era domingo, el médico salió a navegar con unos amigos. Se lanzó al mar y al sacar la cabeza del agua notó un velo negro en el campo visual de su ojo izquierdo. Se dio cuenta de inmediato que estaba sufriendo un desprendimiento de retina.

Ante esta situación decidió regresar al puerto. A mitad de trayecto, recibió una llamada del hospital en el que trabaja, diciéndole que tenía que acudir de inmediato porque un paciente precisaba una operación urgente. Una vez terminada la intervención, el cirujano se dirigió hacia el hospital de Son Espases, ingresando en el área de urgencias.

El paciente fue atendido por un residente de oftalmología de primer año, según describe en la demanda. El médico confirmó el diagnóstico. Se había producido un desprendimiento de la retina, pero sin afectación a la mácula. Al enfermo no le sorprendió este diagnóstico, ya que era el mismo que él había sospechado desde el primer momento.

El facultativo residente habló por teléfono con la oftalmóloga de guardia. El paciente se queja de que esta especialista no se dignó a bajar al área de urgencias para verle y comprobar la gravedad de sus lesiones. La médico le dijo al compañero con menos experiencia que el miércoles, es decir, dos días y medio más tarde, se realizaría una operación para solventar el problema visual debido al desprendimiento de retina.

En ese momento, el cirujano le indicó que, por su condición de médico y por el hecho de haber trabajado mucho tiempo en el hospital Son Dureta, no se podía esperar tanto tiempo para realizar esta operación, puesto que la lesión podría empeorar. La respuesta fue que al día siguiente no existía ninguna hora libre en el quirófano y, por lo tanto, tendría que esperar el tiempo que le habían indicado.

Según el demandante, la intervención quirúrgica no fue lo bien que se había previsto y, de hecho, ha perdido una gran parte de la visión en el ojo afectado por el desprendimiento. Describe que fue víctima de una serie de despropósitos, despistes y confusiones por parte de los compañeros que le operaron, tanto antes, como después de la intervención. Y asegura que la lesión que presentaba precisaba de una intervención quirúrgica urgente, en vez de esperar más de dos días a que le llevaran al quirófano.

Antes de acudir a los tribunales para resolver esta demanda, el cirujano realizó una reclamación previa en el propio hospital Son Espases, anunciando que iba a reclamar una importante indemnización económica. El IB-Salut realizó una investigación interna, nombrando a una instructora. Se solicitó un informe al departamento de oftalmología del hospital, que defendió que la actuación y el trato dispensando al paciente había sido correcto, señalando que la secuela era consecuencia de la propia lesión, no del tratamiento que se le había proporcionado. Además, se acusa al propio paciente de no cumplir las recomendaciones de los especialistas, que le indicaron que debía mantener reposo y dejar de trabajar durante varias jornadas.

El Consell Consultiu también se ha pronunciado sobre esta demanda y la conclusión que se alcanza es que no se aprecia en el expediente médico ningún tipo de negligencia sobre este paciente.

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