Theresa Zabell, doble medallista olímpica, testigo del caso Calanova: “Vi cosas raras en el proyecto que no eran de mi confianza y me quise salir”

“Utilizaron mi nombre sin mi permiso, se hablaba más de los amarres que de revivir la escuela de vela”, subrayó en el juicio la deportista, que fue vicepresidenta del Comité Olímpico Español

Theresa Zabell, doble medallista olímpica de vela, declaró ayer como testigo en la Audiencia de Palma.

Theresa Zabell, doble medallista olímpica de vela, declaró ayer como testigo en la Audiencia de Palma. / B. P.

B. Palau

B. Palau

“Me propusieron junto a mi entonces marido elaborar el plan deportivo para revivir la escuela de vela de Calanova. Esta escuela había tenido muchísimo prestigio, había sido un referente nacional e internacional en la práctica del deporte de la vela. Yo, entonces, estaba inmersa en la candidatura olímpica de Madrid 2020 y quien hablaba con los empresarios Elvira y Birlanga era mi exmarido. Yo entendí que iban a utilizar mi nombre, pero ya entrado el 2013 llegamos a la conclusión que era más importante la venta de amarres, la parte económica que la parte deportiva. Entonces, nos salimos”. Theresa Zabell, la doble medallista olímpica de vela fue rotunda ayer al declarar como testigo en el juicio del caso Calanova.

“Yo elaboré un documento con el plan deportivo, pero en abril de 2013 pedimos ya salir del proyecto. Vi cosas raras que no eran de mi confianza y me quise salir. Que yo sepa, no percibí ninguna cantidad”, manifestó Zabell, campeona mundial de vela, que también fue eurodiputada y vicepresidenta del Comité Olímpico Español.

Utilizaron mi nombre sin mi permiso. Yo dejé bien claro que no utilizaran mi nombre para el proyecto. Yo nunca me he dedicado a invertir dinero, no me dedico a eso. El objetivo era revivir el proyecto deportivo, que es de lo que sé. Tengo una fundación desde hace más de 25 años de conservación marina”, especificó la testigo.

Muy poco se ha revivido la escuela de vela de Calanova. Vi cosas raras, el objetivo no era deportivo, se hablaba más de los amarres y de su venta que de revivir la escuela de vela. No tenía nada que ver con mi filosofía. A mí lo que me mueve es el deporte”, insistió Zabell, un referente en el mundo de la vela.

“Cuando empecé a navegar, entrenábamos en Calanova. Tenía mucho prestigio. Era un referente y dejó de serlo”, se lamentó la regatista que logró dos oros olímpicos.

"Prevalecía la especulación de los amarres"

Su exmarido ratificó luego su versión ante el tribunal de la sección primera: “Cuando supimos que lo que prevalecía era la especulación del puerto y de los amarres, nos salimos. Hicimos el proyecto deportivo y nunca nos pagaron por él”. El hombre señaló que la sociedad utilizó el nombre de Theresa Zabell de forma indebida sin su consentimiento y sin autorización. “Nos vendieron una moto maravillosa y no fue así”, concluyó el testigo.

El restaurador Alfonso Robledo, que denunció el supuesto amaño en la privatización de Calanova, aseguró ayer que le arruinaron. “Yo llevaba catorce años gestionando el restaurante Calanova. En agosto de 2016, tras dos años de obras, no me renovaron. A mí me han destrozado, me han arruinado”, reconoció. Según su versión, se sorprendió mucho cuando en una jornada de puertas abiertas en el puerto en junio de 2014 comieron juntos en su restaurante Joaquín Legaza y su familia junto al empresario Felipe Elvira y su familia, uno de los ganadores del concurso de Calanova.

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