La exmujer de Carlos Delgado: “Me pedía mi teléfono para hacer llamadas por cosas que desconozco”

La exmujer de Carlos Delgado reconoció ayer en la quinta sesión del juicio en la Audiencia de Palma por el caso Calanova que su marido le pedía su teléfono para realizar llamadas. “Durante nuestro matrimonio, alguna vez él me pedía mi teléfono para hacer llamadas por cosas que desconozco, no sé si porque estaría pinchado el suyo o por la batalla política”, aseguró la testigo, a través de videoconferencia desde Estados Unidos.

“Yo sé que hablaba con Joaquín Legaza con mi teléfono. No recuerdo si estas llamadas eran por la noche o en fin de semana, no lo recuerdo. No me extrañaba porque tenían una relación muy cercana, llevaban muchos años trabajando juntos. A veces, me pedía el teléfono para hablar con este señor por temas políticos delicados, no lo sé por qué”, añadió la entonces esposa del conseller Delgado (PP).

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La testigo negó tener una relación de amistad con el actual socio de despacho de Delgado, el abogado Carlos Gelabert, que ganó el concurso del puerto de Calanova en 2013, y con su entonces pareja. “Durante mi matrimonio conocí a Carlos Gelabert, previamente no le conocía. Le llevaba el divorcio a mi marido de su primera mujer. Y a su pareja la conocí mucho más adelante. Habré coincidido dos veces con ella, en el cumpleaños de Gelabert y en alguna otra cena con mi excuñado y su mujer. Hicimos un viaje de fin de semana a Londres. Los billetes de Ryanair los pagó Gelabert. También nos regaló un cuadro que estaba en la cocina. No recuerdo el motivo de este regalo”, señaló la mujer.

“Nunca he ido en barco con ellos, ni con Gelabert ni con su pareja. No eran nuestros amigos. Nos veíamos muy de vez en cuando, no nos veíamos muchísimo”, recalcó la exesposa de Delgado.

Le decía que Delgado tenía pinchado el teléfono

En cambio, la expareja de Gelabert ratificó la relación de amistad en 2013 e indicó que su compañero también le pedía su terminal telefónico para hablar con Delgado porque “tenía pichado el teléfono”. Según declaró ayer ante el tribunal de la sección primera, “en 2013 Gelabert y Carlos Delgado eran amigos, se veían con frecuencia, una vez a la semana, dependiendo de la semana. La relación con las parejas no era tan fluida. Cenamos y comimos juntos en varias ocasiones. Y, sí, fuimos en barco con Delgado y su mujer”, subrayó la testigo.

Tanto el exconseller de Turismo como su actual socio de despacho, Carlos Gelabert, negaron en el juicio ser amigos en 2013. Ambos indicaron que tenían una relación profesional de cliente abogado, porque Gelabert le llevaba a Delgado la demanda de divorcio. En ese año, Gelabert ganó el concurso del puerto de Calanova y en pocos meses obtuvo un beneficio de 200.000 euros. La fiscalía sostiene que Delgado y su mano derecha, Joaquín Legaza, secretario general de la Conselleria, amañaron la privatización de Calanova en favor de la sociedad que resultó adjudicataria, Port Olímpic Calanova SL, de la que era socio y administrador Carlos Gelabert.

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La expareja de Gelabert manifestó que fue ella quien cortó la relación sentimental en octubre de 2013 y confirmó que él era una persona fantasiosa. “Gelabert me pedía mi teléfono para hacer llamadas, me dijo que a Delgado le tenían pinchado el teléfono, él cogía mi teléfono y llamaba a la mujer de Delgado para hablar con él, él me decía que hablaba con Delgado. Esas llamadas se producían por la tarde noche, a las ocho o a las nueve. Alguna vez se reunieron por la noche. Gelabert salía de casa y me decía que se iba a reunir con Delgado”, recordó la testigo.

Encuentros nocturnos

La exmujer del entonces conseller negó estas salidas nocturnas. “Desconozco que quedaran por la noche, lo dudo. En mitad de la noche, eso no sucedió nunca”, dijo tajante.

La testigo reconoció que Delgado la convenció para que llamara por teléfono a la pareja de Gelabert: “Me pidió que hiciera esa llamada y la hice. Él grabó la conversación, pero desconozco con qué aparato grabó”, indicó la exesposa, quien explicó que, tras su primera declaración judicial, se reunió con la Guardia Civil en una cafetería y los agentes le dijeron que no había sido muy firme, que estuvo muy tibia, a lo que ella respondió que había dicho la verdad.

El juicio prosigue la semana que viene en la sección primera de la Audiencia Provincial con nuevos testigos. Delgado, Legaza y Gelabert están acusados, junto con otras tres personas, de prevaricación y tráfico de influencias.

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