La DANA de Valencia arrasa la nave industrial de una empresa mallorquina de transporte de mercancías en Ribarroja

Los trabajadores se vieron obligados a pernoctar en la primera planta de las instalaciones desde las siete de la tarde del martes hasta las doce del mediodía del miércoles para evitar ser arrastrados por el agua

Uno de los coches siniestrados junto a la nave de la empresa.

Uno de los coches siniestrados junto a la nave de la empresa. / D.M.

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

"Hemos sufrido muchísimos daños. Por suerte todos ellos han sido materiales y no tenemos que lamentar daños personales". De esta manera describía la empresaria mallorquina Cati Fornés el catastrófico paso de la DANA por Valencia y los cuantiosos destrozos que había ocasionado a su nave industrial en la localidad valenciana de Ribarroja. Los trabajadores a los que sorprendió las lluvias torrenciales en plena faena se vieron obligados a pasar la noche en la primera planta, a oscuras, y sin posibilidad de cargar el móvil.

"Han reventado las puertas de los muelles, han caído muros de hormigón, toda la nave quedó inundada y los coches han quedado destrozados", resumía la empresaria mallorquina de Muros. La compañía, con 73 años de historia, cuenta con 125 empleados y naves industriales en Marratxí e Ibiza y que había expandido las actividades empresariales a Madrid, Barcelona y Valencia con las correspondientes naves industriales.

A partir de las siete de la tarde del martes ocurrió el desastre. Los trabajadores se dieron cuenta de que ya no podían salir y actuaron en consecuencia para tratar de salvar sus vidas. "Tuvieron la buena idea de subir a la primera planta, para que no les alcanzara el agua. Permanecieron allí hasta las doce del mediodía", abunda Cati Fornés.

Atrapados en carretera

La empresa cuenta con una decena de trabajadores en la delegación de Valencia. La DANA sorprendió a los que hacían el turno de tarde. Meteorología había decretado alerta roja, pero no se activó la alarma en la Comunidad Valencia para suspender los trabajos y los desplazamientos por carretera. "Cinco chóferes de la empresa que hacían la ruta Madrid-Valencia quedaron atrapados y no pudieron llegar a su destino", resalta Cati Fornés.

La nave de Ribarroja fue inaugurada el pasado mes de marzo y, siete meses después, ha quedado completamente destrozada por el azote de la DANA. "La dificultad de ir para allá me genera una doble impotencia", subraya Cati Fornés.

Lodazal en el exterior de la nave industrial mallorquina en Ribarroja.

Lodazal en el exterior de la nave industrial mallorquina en Ribarroja. / D.M.

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