Los robots llegan a los hoteles de Mallorca: "No queremos sustituir puestos de trabajo"

Meliá finaliza con resultados "muy positivos" un proyecto que ha integrado a cuatro robots que transportan platos en el Sol Katmandu de Calvià

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Limpian los platos y cubiertos, aspiran el suelo o entregan pedidos en el servicio a habitaciones, y dejan impresionados a todos los clientes. Los robots ya se pueden ver en las plantillas de algunos hoteles de Mallorca, moviéndose como un trabajador más y completando tareas rutinarias del día a día. Ha quedado demostrado esta mañana en la presentación de un proyecto piloto de Meliá Hotels International y la startup Wiongo Robotics para integrar este tipo de tecnología en la cadena hotelera.

Ante la atenta mirada de decenas de personas en el Sol Katmandu Park de Calvià, un amigable robot con cara sonriente ha transportado los platos sucios, vasos y cubertería desde el buffet hasta la zona del lavavajillas, donde varios camareros se han encargado de vaciarlo y pulsar el botón para que regrese a por más platos. Así, la máquina puede llegar a realizar jornadas de hasta 18 horas diarias sin parar.

El que han mostrado forma parte de una flota de hasta cuatro robots Keenon T9 que ya pertenecen a la plantilla de trabajadores del hotel. Tres de ellos se encargan del desbarase y transporte de platos sucios al lavavajillas, y uno saca los platos y los cubiertos limpios y los devuelve al buffet. Se incorporaron a mediados de agosto, con el hotel en plena ocupación, para dar inicio al proyecto de Meliá que pretende integrar la robótica en sus establecimientos hoteleros.

El proyecto piloto acaba este jueves y los resultados han sido "muy positivos", según ha explicado el director de Tecnologías de Hotel de Melià: los robots han hecho una media de 206 viajes diarios a lo largo del restaurante (unos 443 metros todos los días) y han ahorrado a los camareros transportar un peso de 167 kilos por día. Supone una media de tiempo de 33 minutos por trabajador. En los dos meses y medio de prueba, solo un robot registró una incidencia al quedarse atascado subiendo un escalón.

Según los responsables de Melià, tanto los clientes (especialmente los niños) como los trabajadores se muestran "muy satisfechos" con esta tecnología. Los huéspedes quedan asombrados cuando un robot les retira el plato, y los empleados están "contentos" de tener ayuda: "Nos dicen que este año les duele menos la espalda, algunos se han ahorrado visitas al fisioterapeuta gracias al robot que carga peso por ellos", explica Fiol.

Desde Melià insisten en que la intención "no es, en ningún momento, eliminar o sustituir puestos de trabajo", sino "optimizar las tareas cotidianas y potenciar la productividad del servicio". Según asegura el responsable, la llegada de robots no ha alterado la plantilla de trabajadores, ni con más, ni con menos: "La idea es cambiar la forma de trabajar para que las personas puedan centrarse mejor en atender al cliente. Lo que más se valora en un hotel es la calidad del trato humano", ha apuntado.

Ahora que ha concluido el proyecto, el siguiente paso de la cadena es probar la robótica avanzada en otros departamentos más allá de la restauración. Wiongo Robots es la empresa que ofrece este tipo de soluciones; se pueden contratar desde máquinas que se encargan de los pedidos del servicio de habitaciones, automatizar las tareas de limpieza como barrer o fregar, o incluso mostrar pantallas con promociones y publicidad interactiva. El precio de contratar uno de estos robots, teniendo en cuenta el mantenimiento y las actualizaciones, varía entre los 300 y los 600 euros al mes.

Una vez acabado el proyecto piloto, la idea es contratar un número de robots que se ajuste al porcentaje de ocupación del hotel en ese mes. En el caso del buffet del Sol Katmandu, con la ocupación máxima se contratará el servicio de estos cuatro robots, y entre uno y tres si disminuyen los huéspedes.

En la presentación, el fundador de Wiongo Robotics, Daniel Socias, ha pedido alejarse del «mensaje fácil» de la robótica como enemigo y ha asegurado que este tipo de máquinas «han llegado para aportar eficiencia y productividad, además de ahorrar tiempo en las tareas físicas y pesadas»: «Toda tecnología viene acompañada de una disrupción, pasó por ejemplo en la revolución industrial», ha manifestado.

Socias ha explicado algunas pinceladas sobre los detalles del robot que trabaja en Meliá, que funciona con tres láseres y un mapeo que se elabora previamente para enseñarle su ruta y los puntos clave. Puede transportar unos 40 kilos por viaje y llega a recorrer unos dos metros por segundo, aunque está programado para ir más lento en zonas estrechas o concurridas.

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