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La Policía y Cort deben condecorar directamente a Cursach

El PSOE de Rodríguez Badal vestirá camisetas con la imagen del magnate en el próximo pleno del Parlament

El vicealcalde Jaime Martínez, en cumplimiento de las órdenes de su superior Javier Bonet, se rebaja a la altura del fiscal de Cursach, para clavarle una cruz de 28 euros por haber redimido a Cursach con sus lágrimas.

El vicealcalde Jaime Martínez, en cumplimiento de las órdenes de su superior Javier Bonet, se rebaja a la altura del fiscal de Cursach, para clavarle una cruz de 28 euros por haber redimido a Cursach con sus lágrimas. / Ayuntamiento de Palma

Matías Vallés

Matías Vallés

Por muy firme que sea el propósito de no hablar nunca más de Cursach ni con sus defensores, la Policía y Cort compiten para tributarle homenajes indirectos, se me saltan las lágrimas solo de evocarlos. En fecha reciente se ha condecorado:

al fiscal de Cursach

al abogado de Cursach

a los policías de Cursach

Basta de timideces, la Policía y Cort deben condecorar directamente a Cursach, sin intermediarios ni comparsas. Orillar al magnate es una muestra de cobardía. En el discurso errejonista, estos premios por persona interpuesta contribuyen a revictimizar a la víctima, inocente de toda inocencia en la inocentada que montó la Audiencia de Palma. En la imagen que hoy nos ilustra, el vicealcalde Jaime Martínez cumple con las órdenes de su superior Javier Bonet, y se rebaja a la altura del fiscal de Cursach para clavarle una cruz por haber redimido al magnate con sus lágrimas. Este fue el motivo exacto alegado en el acto, el primer acusador público galardonado por no acusar a nadie.

El lógico entusiasmo por Cursach es compartido sin tibieza por el PSOE de Rodríguez Badal, que también bada en la imagen. Es el peor Rodríguez que ha accedido a Delegado del Gobierno, y el otro se llama José María. Los socialistas, que nunca se han pronunciado sobre lo sucedido y que han promocionado a los policías de Cursach, vestirán camisetas con la efigie del magnate en el próximo pleno del Parlament. Reclamarán un homenaje en condiciones, no vergonzante como los rendidos por Cort y por la Jefatura de Policía donde se espía a los ciudadanos (según la Policía).

Y aquí es donde surge nuestro compromiso, porque el homenaje descrito es casi humillante. Lo demostramos preguntando a Miguel Busquets, concejal de Cort de Seguridad Ciudadana que como verán muestra la gentileza de respondernos:

—¿Cuánto cuesta la cruz impuesta al fiscal de Cursach?

—Ha costado 28 euros. El valor de estas medallas suele ser bastante poco, es simbólico.

Por favor, no hay excusas, 28 euros y nada es lo mismo. Basta de homenajes de chatarrería, hay que levantar una estatua ecuestre colectiva de todos los premiados del entorno de Cursach. Se merecen quedar inmortalizados para la historia a caballo, en la mismísima plaza de Cort frente al ayuntamiento, de paso arrancaremos el maldito olivo.

No todos los días se puede acceder a un auténtico concejal, había que aprovechar para formularle a Busquets un segundo interrogante:

—¿Cuántas inspecciones a establecimientos de Cursach ha llevado a cabo este ayuntamiento durante su mandato?

—No hacemos inspecciones contra ni a favor de Cursach. Imaginemos que la Patrulla Verde va a actuar, pues elige una zona como Santa Catalina, y no se distingue entre unos empresarios y otros.

La respuesta es exhaustiva y pedagógica, a la altura de su autor, pero también compatible con un resumen de una sola palabra: «Ninguna».

Cort invierte 28 míseros euros en el hombre más importante de Mallorca y se gasta setenta mil euros en dos coches oficiales que no utilizará Jaime Martínez por motivos obvios. Menos vehículos y más caballos de bronce, Palma no puede ser tan escultóricamente cicatera como Manacor con Nadal, por citar a personalidades de fulgor comparable. Lo cual nos conduce a una anécdota entretenida para el fin de semana otoñal en que Errejón le dio su merecido a la izquierda.

El coche oficial del vicealcalde es cuestión de tamaño, por lo que cuentan que la llegada de Jaime Martínez a Cort implicó que se le destinaran dos automóviles holgados de la Policía Local. El domicilio del edil se encuentra a medio kilómetro de su despacho, distancia que recorre habitualmente a caballo. Perdón, en coche. Un asesor le recomendaría que eligiera la caminata en lugar de ser recogido, para intercambiar opiniones con sus súbditos, pero no es nuestro negociado. A cambio, hemos solicitado una verificación de la información aportada en este párrafo, sin respuesta.

Ninguno de ustedes ha visto la película Valenciana, proyectada durante una sola semana en una sola sesión por uno de mis cuatro cines de referencia y de reverencia, el Ocimax. Doblo la apuesta, ninguna persona que ustedes conozcan ha visto Valenciana. Y así hasta la tercera generación. La asistencia puede quedarse en los simples dígitos, desde luego que menos de treinta espectadores. Que serían treinta más de los que merece la película. Y aquí salta el problema, que diría Errejón. Si en esta infraproducción se hace pasar a Mallorca por Ibiza, y no cabe mayor insulto para ambas islas, ¿por qué ha conseguido dinero público de Balears? Aparte de la ignorancia enciclopédica y cinematográfica del dadivoso, hay una palabra muy fea para quienes malgastan el dinero público en proyectos ridículos.

Reflexión dominical defectuosa: «Más vale ser criticado por defectos reales que alabado por virtudes inexistentes».

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