Los brotes de intoxicación en restaurantes de Baleares ya superan todos los registrados en 2023

Un 74% de los restaurantes inspeccionados en Mallorca por la conselleria de Salud supone un riesgo para la salud del cliente - Un 15% de los comedores controlados cuentan con deficiencias graves

La conselleria ha impuesto 216 sanciones a comedores por deficiencias graves. |

La conselleria ha impuesto 216 sanciones a comedores por deficiencias graves. | / MANU MIELNIEZUK

Pere Morell

Pere Morell

Palma

Cada año salir a comer fuera resulta ser más caro y más peligroso en Baleares. En los primeros siete meses de 2024 se han producido más brotes de intoxicación alimentaria en comedores que en todo el año pasado. Los comedores engloban tanto a restaurantes, cafeterías y hoteles como a hospitales o menjadors socials, según destaca la jefa del servicio de seguridad alimentaria de la conselleria de Salud, Margalida Buades.

Este año se han producido 17 brotes, uno más que en todo el 2023. Se considera un brote de intoxicación cuando dos o más personas presentan una enfermedad semejante después de la ingestión de un alimento o bebida en el mismo establecimiento. Como mínimo, 143 personas han sido afectadas este año, con síntomas como: diarrea, vómitos, náuseas o dolor abdominal después de comer en un recinto.

El año pasado hubo 16 brotes alimentarios en el archipiélago, dándose 13 en Mallorca, dos en Ibiza y Formentera y uno en Menorca. Como mínimo, 374 personas se vieron afectadas por estos brotes de intoxicación.

Riesgo para la salud

Un 74% de los restaurantes inspeccionados en Mallorca durante el 2023 por el servicio de seguridad alimentaria suponen un riesgo para la salud, siete puntos porcentuales más que en 2022.

El panorama de la restauración balear es muy pobre, especialmente en un destino turístico que debería mantener unos niveles de calidad muy altos. El servicio de seguridad alimentaria detectó durante 2022 deficiencias graves en el 15% de los comedores en Mallorca, mientras que en un 61% de los casos la acumulación de fallos leves conllevaba el riesgo de derivar en problemas mucho más importantes.

Durante el pasado ejercicio, se realizaron inspecciones en 1.442 establecimientos de restauración colectiva en Mallorca. Eso supone alrededor de un 13.5% del sector. El resultado de los controles fue que en un 2% de estos establecimientos la situación era pésima y conllevaba un peligro para la salud pública, ya que suponía «un riesgo inmediato para la gente». En un 6% la situación sanitaria del local era muy mala y en cerca del 7% la calificación es mala. Eso lleva a que en cerca del 12% de estos comedores se detectaron algunos fallos de relevancia.

En el 61% era la acumulación de pequeños problemas lo que implicaba un riesgo que podría terminar desembocando en deficiencias de mayor importancia. Este grupo lo forman esos locales que podríamos decir que obtienen un cinco pelados, pero aun así, su situación no es la adecuada.

Solo un 20% de los establecimientos presentaban un buen funcionamiento y en un 6% este podía ser considerado óptimo. Estas dos categorías deberían ser la tónica que deberían seguir todos los locales de restauración, como se lamenta Buades. Sin embargo, las buenas prácticas son minoritarias en los comedores de las Illes Balears.

Igualmente, los malos resultados de Mallorca no son, ni por asomo, los peores del archipiélago balear. El oro se lo llevan Ibiza y Formentera, donde hasta un 97% de los locales inspeccionados durante el 2023 por el servicio de seguridad alimentaria suponen un riesgo para la salud, mientras que ningún local de las Pitiüses se puede llegar a considerar óptimo.

Sanciones

Se abrieron 216 expedientes sancionadores en el conjunto del archipiélago, de los que 166 recayeron en locales mallorquines. El importe máximo de las multas fue de 19.122 euros y el mínimo de 480, con una media de 2.471 euros.

Al analizar las deficiencias detectadas gracias a esta vigilancia, en un 41% de los comedores son de carácter operacional, es decir, se deben a fallos cometidos por el personal del local, como puede ser la falta de higiene o la ruptura de la cadena de frío en la conservación de los alimentos. Se trata de los más habituales.

En un 34% de estas instalaciones, las deficiencias detectadas son estructurales, lo que supone fallos en las instalaciones, como en el caso de las cámaras frigoríficas, disponibilidad de agua caliente o extracción de humos, por citar algunos ejemplos.

A ello hay que sumar un 27% con insuficiencias en la información a los clientes, y un 1% con problemas en los productos que se ofrecían. Hay que tener en cuenta que en un mismo comedor pueden darse fallos en más de uno de estos grupos.

Peligros

No llevar un correcto mantenimiento del comedor puede ser muy peligroso. A principios de este año la Dirección General de Salud Pública decidió suspender de forma temporal la actividad de una empresa responsable del brote de intoxicación alimentaria en el que se vieron afectados 149 niños y cinco profesores de cuatro colegios de Palma en diciembre de 2023.

El alimento bajo sospecha fue un arroz caldoso que se sirvió de menú y el brote de intoxicación alimentaria, que se produjo el 20 de diciembre de 2023, afectó finalmente a un total de 149 alumnos y cinco profesores en cuatro centros educativos.

Los centros fueron el CEIP Maria Antònia Salvà, con 52 menores y dos profesores perjudicados; el CEIP Cas Capiscol, con 71 niños y dos profesores afectados; el CEIP Aina Moll, con 20 niños afectados, y el CEIP Es Viver, con seis niños y un profesor afectados.

Estas personas presentaron un cuadro de dolor abdominal, diarrea y vómitos, todos de curso leve, y no se produjo ningún ingreso hospitalario.

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