El mercado negro de la venta de citas de Extranjería en Mallorca: «Sacamos de todo tipo, cobramos 40 euros»

El mercadeo de fechas para llevar a cabo trámites en las oficinas de Palma continúa activo a través de organizaciones que cometen fraude al comercializar un servicio gratuito y de libre acceso

Una mujer que encontró cita en Ibiza tuvo que desplazarse hasta allí ya que en Mallorca solo podía reservar fecha pagando

Este diario ha podido ponerse en contacto con uno de los vendedores de citas

La cola en la oficina de Extranjería y un extracto de la conversación con le vendedor.

La cola en la oficina de Extranjería y un extracto de la conversación con le vendedor. / DM

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Una decena de personas hace cola frente a la Oficina de Extranjería de Palma esperando a ser atendidas. Algunos prefieren no responder cuando son preguntados sobre cómo han obtenido su cita. Otros no dudan en contestar, eso sí, bajo un estricto anonimato. Deciden solo desvelar su nacionalidad. «Yo la cita la tengo legal eh, tarde pero legal», afirma vehemente un senegalés; «Yo vengo a ver si me hacen caso, por internet no he podido pedir la consulta», lamenta una ecuatoriana. A través de la web del Ministerio de Política Territorial, donde se piden estas citas, es prácticamente imposible conseguir una. Los usuarios se encuentran con el siguiente mensaje: «En este momento no hay citas disponibles. En breve, la Oficina pondrá a su disposición nuevas citas». 

El tercero y último en responder, un hombre de Gambia, se confiesa: «Yo la compré». Explica que, un día, en la cola frente a Extranjería, un hombre le ofreció un contacto que podía conseguirle una cita. Solo debía pagar 60 euros, de los trámites se encargaban ellos. Y así lo hizo.

Este diario ha podido contactar con una de las personas que vende este tipo de citas a particulares. Son personas que cometen un fraude al comercializar y cobrar dinero por acceder a un servicio público y, sobre todo, gratuito.  

Todo empieza con una llamada telefónica a un número con prefijo español. La primera comunicación es breve: «Buenos días, llamaba por lo de Extranjería»; «Vale, escríbeme por Whatsapp». Por la voz puede deducirse que se trata de un hombre procedente del norte de África. A partir de aquí, los siguientes pasos se producen a través de la aplicación de mensajería. Un saludo virtual y empieza la venta. «Dime qué trámites necesitas», pregunta . «Una cosa del NIE», se le indica -una de las consultas más comunes a realizar en Extranjería-. El hombre hace varias preguntas para concretar de qué se trata exactamente, quiere conocer con exactitud lo que busca el comprador. «Toma de huellas, asignación de NIE, asilo ?????», escribe. «Asignación», se le responde. En ningún momento parece querer cerciorarse de con quién está hablando.

Extracto ed la conversación que este diario mantuvo con el vendedor.

Extracto ed la conversación que este diario mantuvo con el vendedor. / DM

Seguidamente vuelve a preguntar. «En qué provincia necesitas la cita». Esta vez lo hace por un dato inesperado, puesto que la persona que había facilitado el contacto a este periódico es de la isla. Se le concreta que el trámite ha de llevarse a cabo en Mallorca y éste confirma la ubicación con un «En Palma de Mallorca ok». 

Sin mediar más palabra, se lanza y desvela el precio a pagar por su labor, sin tan siquiera habérselo preguntado. «Cobramos 40 euros por la cita», escribe sin miedo. Son 20 euros más que lo que le cobraron al gambiano que hacía cola frente al Palacio de Congresos, donde se ubica la Oficina de Extranjería de Palma.

Extracto ed la conversación que este diario mantuvo con el vendedor.

Extracto ed la conversación que este diario mantuvo con el vendedor. / DM

A continuación requiere los datos personales del comprador. «Nombre apellidos, Nie o pasaporte, fecha de nacimiento y país». Son los mismos datos que uno necesita para sacar la cita online. 

Se le hace una última pregunta: «¿De qué más tiene cita? Para amigos». Vuelve a contestar sin dudar. «Sacamos todas las citas de Extranjería menos primer asilo». El vendedor tiene acceso a citas de todo tipo, lo que confirma que gestiona una gran cantidad de fechas.

Precedentes

Son muchas las informaciones publicadas en los medios de comunicación acerca de la venta de citas. Es un fenómeno que lleva años produciéndose por todo el territorio español. Por lo general, se trata de grupos organizados o mafias que, a través de procedimientos informáticos y bots, bloquean el acceso a la reserva de citas y consiguen hacerse con un gran puñado de ellas. Cuando el ciudadano quiere reservar una, no puede. Todas están en su poder. De este modo, convierten en negocio un servicio de libre acceso para cualquier persona. Sin ir más lejos, en abril se detuvo en la isla a un joven que se dedicaba precisamente a bloquear las citas para después venderlas en el mercado negro.

Esta situación llevó a una mujer -que prefiere mantenerse anónima-a tener que desplazarse hasta Ibiza para gestionar un trámite con Extranjería con tal de no tener que pagar para conseguir na cita. Tal y como ha podido corroborar este diario, esta persona se costeó un vuelo de ida y vuelta a la isla vecina con tal de mantener la legalidad en su proceso.

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