Pese a que desde IB-Salut se subraya que la ecografía clínica nunca sustituirá a la anamnesis (información que obtiene el médico con sus preguntas al paciente) ni a la exploración física, Josep Corcoll sostiene que «permite la resolución de los problemas reales de médicos y enfermeras. Es una prueba inocua (la imagen se obtiene por ultrasonidos) que proporciona información a tiempo real, lo que permite tanto iniciar de manera inmediata el tratamiento como hacer el seguimiento del mismo. Los ecógrafos son como los nuevos fonendos (instrumento para escuchar los ruidos cardiacos, pulmonares o intestinales)».
Explica el coordinador de los cursos que «la ecografía ve cosas que no ve la radiografía» y avanza que el próximo año se iniciará la formación con los fisioterapeutas. Resalta además la participación de los servicios médicos de Cardiología y Endocrinología de Son Espases, del de Urología de Manacor, el de Traumatología de Inca y del servicio de Urgencias del comarcal de Llevant en las tareas de formación de sus colegas de Primaria para el uso de los ecógrafos en esas áreas, algo que a su juicio también redunda en una mayor compenetración entre ambos niveles asistenciales. «Hay centros de salud que los usan más que otros y hacemos un seguimiento de los motivos por los que no son utilizados», revela admitiendo que la formación se puede dilatar entre cuatro y ocho años.