Más de 4.500 argentinos residentes en Baleares acudieron este domingo a las urnas para votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de su país, que enfrenta al peronista Sergio Massa (Unión por la Patria, UxP) con el candidato de ultraderecha Javier Milei (La Libertad Avanza, LLA). 

Las colas en el consulado eran al mediodía interminables y sin embargo, el espíritu que reinaba era desalentador. Con un país en medio de una profunda crisis económica, la opinión imperante entre los votantes era desapacible: «No es un día muy motivador, ni feliz. Muy poca gente quedará contenta gane quien gane». Así se expresaba Paz Valdez. Abandonó su tierra en 2001 antes del corralito -medida impuesta por el gobierno de Fernando de la Rúa ese mismo año por la que se restringía el retiro de efectivo- y aseguró a este diario que, pese a todo, «nunca tuvimos en Argentina el nivel de pobreza que tenemos ahora. Es muy triste», se lamentaba.

Marina Cimmina compartió su pesar. Hace algo más de año y medio decidió salir del país «por el Gobierno que lleva más de quince años diciendo que va a arreglarlo todo y no hace nada». Tiene una niña de doce años y querían «darle un futuro mejor», ya que aseguró que en su país «la economía es un desastre y de la inseguridad ni hablemos». También opinó como Valdez, que ningún candidato es mejor que el otro, pero puso de manifiesto que con su voto quiere un cambio: «No quiero que se queden los que están en el Gobierno -dijo sobre Massa- pero la otra opción -en referencia a Milei- es un desastre». .

«Inflación anual del 140%»

César dejó su país hace cinco años. Tiene 71 y cuando lo hizo acababa de jubilarse. «Decidí vivir los últimos años de mi vida en otro país, porque estaba cansado de que estuvieran siempre los mismos en el Gobierno», apuntó. En Argentina tiene tres hijas y cinco nietos, y aunque aseguró que «viven bien», señaló con desazón que con su voto buscaba «cambiar el futuro de su familia». 

Tras un breve resumen sobre la situación política y económica en su país, concluyó resaltando «el cambio» que quiere la población. «Los jóvenes ya ven que es una mierda vivir así. Hay una inflación anual del 140%, más que Venezuela». 

A pesar de todo, entre las largas colas del consulado, situado en la calle Sant Miquel número 30, también había una voz esperanzada, José Luis Cabanillas. Hace 27 años que dejó Argentina, y aunque coincide con los testimonios anteriores en la difícil situación que afronta el país, se muestra optimista. «Siempre digo que Argentina es un pozo con algo de agua que no se va a vaciar nunca. Tengo la esperanza de que, aunque lleve tiempo, salga elegido quien salga las cosas cambien».

Marina Cimmina antes de introducir su voto en la urna. Guillem Bosch

Una afluencia «sorprendente»

Mónica Clarisa Avogadro, cónsul argentina en Balears, explicó que tras la celebración de las primeras elecciones en octubre, salieron elegidos diputados, senadores y gobernadores, pero quedó pendiente la elección del cargo de presidente y vicepresidente, motivo por el cual se celebraba ayer una segunda vuelta. 

Mónica Clarisa Avogadro, cónsul de Argentina en Baleares: "Estamos contando con una sorprendente afluencia de público

Mónica Clarisa Avogadro, cónsul de Argentina en Baleares: "Estamos contando con una sorprendente afluencia de público

Apuntó que «solo los ciudadanos argentinos que han completado el cambio de domicilio a tiempo pueden ser incluidos en los padrones electorales» y señaló que en este caso en las islas eran más de 4.500. Finalmente, resaltó que en las primeras horas de votación la afluencia de público estaba siendo «sorprendente».