La ultraderecha puentea al PP y exige negociar con Vera el plan lingüístico

Reclaman que sea el conseller de Educación en persona el que les garantice el calendario para implantar la segregación por lengua en las aulas

La diputada Manuela Cañadas dirigiéndose al conseller de Educación, Antoni Vera

La diputada Manuela Cañadas dirigiéndose al conseller de Educación, Antoni Vera / B. Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Vox ha decidido puentear al Partido Popular y exige directamente una reunión presencial con el conseller de Educación, Antoni Vera, para encontrar una solución «satisfactoria para ambas formaciones» en la que se garantice el calendario para implantar la segregación por lengua en las aulas. «La situación interna de Vox que usted ha mencionado varias veces [en referencia a la portavoz del PP, Marga Duran] no afecta en nada al techo de gasto y a la libre elección de lengua. No podemos achacar a una supuesta situación interna el hecho de que no haya habido ningún avance. Ahora tenemos que reunirnos nuestro grupo parlamentario cuanto antes con el conseller para poder acordar un calendario y un modo de aplicación», expresó ayer en IB3 la portavoz de Vox, Idoia Ribas.

En los últimos días, la ultraderecha ha puesto en el foco en Vera por «sembrar dudas» sobre la aplicación de su medida estrella y han decidido que la mejor manera de tener «garantías» de que se llevará adelante es plantear una reunión en persona entre el equipo negociador de Vox ―principalmente Ribas y el portavoz adjunto, Sergio Rodríguez― y el titular de Educación.

La ultraderecha entiende que el pacto firmado hace apenas cuatro meses sitúa a ambos partidos en igualdad de condiciones, de ahí que el nombre oficial del documento sea «acuerdo conjunto de PP y Vox para el Gobierno de las Islas Baleares». Por tanto, consideran que a partir de ahora una negociación de este calibre debe hacerse entre el partido y la conselleria.

Mientras Ribas hacía públicas estas exigencias, la presidenta del Govern, Marga Prohens, habló ayer sobre las exigencias de sus socios: «Hay que cumplir con los compromisos, pero si damos mucho gas al principio y esto acaba mal, el retroceso será mucho mayor». 

La dirigente recuerda que estos son las primera cuentas que presentan en toda la legislatura y que, por tanto, no están en condiciones de asegurar que habrá recursos humanos y económicos suficientes para aplicarlo de manera efectiva: «Para todo esto necesitamos aprobar los presupuestos y escuchar a familias, profesores y equipos directivos de los centros».

Consensuado

La popular reivindica que cada paso que den los partidos del gobierno «debe hacerse con paso firme, seguro y consensuado» para conseguir que la libre elección de lengua en Baleares llegue «para quedarse» y no haya cambios cada cierto tiempo: «Esto no va de colores políticos, soy madre y no quiero que un político del PSOE o del PP elija donde educar a mis hijos. Creo en la libertad de elección, en consonancia con la Constitución y el Estatuto de Autonomía».

Sobre el TIL de José Ramón Bauzá, la presidenta considera que «se hicieron las cosas corriendo y sin recursos» cuando una reforma educativa supone un importante gasto público: «No voy a permitir que ni de un lado ni del otro se renuncie al bilingüismo».

En esta línea, la líder del PP balear reitera que no cree en la inmersión lingüística como modelo para la Comunidad Autónoma y se abre a retirar el requisito del catalán en la función pública justo dos días después de votar en contra de mantenerlo en el Parlament: «Lo que tenemos que hacer las administraciones es algo tan sencillo como que cualquier ciudadano se pueda dirigir en cualquiera de las dos lenguas oficiales y sea contestado con la misma lengua, y habrá que ver dentro de los catálogos de los puestos de trabajo y de las ofertas para garantizar que sean atendidos en las dos lenguas».

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