La Policía Nacional celebró ayer por todo lo alto su ‘Diada’ en el patio de la Misericòrdia, en Palma, junto a centenares de agentes, familiares, autoridades y representantes de la sociedad civil. El jefe superior, José Luis Santafé, elogió en su alegato que Baleares sea un destino «muy seguro» y que el número de delitos sea «ínfimo» pese a los millones de turistas que visitan las islas cada año.
El responsable también destacó el éxito de los grandes operativos llevados a cabo este año, el último en Manacor, contra la trata de seres humanos y la explotación sexual, «una nueva esclavitud especialmente abominable y repugnante». Resaltó la labor de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) en la lucha contra la violencia machista y algunas operaciones como la detención de un presunto yihadista el pasado mes de marzo, la desmantelación de la banda ‘El Caserío’ o la «acertada estrategia de trabajo» respecto a la llegada de pateras a las islas. Si antes se detenía a uno de cada tres patrones de este tipo de embarcaciones, explicó Santafé, ahora se detiene a uno de cada dos.
El jefe superior también alabó la colaboración con otros cuerpos policiales en actuaciones como los rescates en el temporal ‘Juliette’ o de los ancianos en el incendio de la residencia Fontsana. «Tienen a su disposición a una Policía potente, implicada y altamente valorada», expresó Santafé.
Tanto él como la presidenta del Govern, Marga Prohens, y la delegada del Gobierno, Aina Calvo, repartieron las medallas al Mérito Policial. Una de ellas fue para una emocionada Carmen Riu, consejera delegada de RIU, por su «papel clave» en el servicio que se presta en las zonas turísticas.
También recibieron el distintivo el presidente de Asima, Xisco Martorell; la jueza Ana San José, la comisaria de la Policía Local de Palma, Antònia Barceló; el comandante general de Balears, Fernando Luis Gracia Herreiz; o la fiscal delegada de Seguridad Vial, Adelaida Jiménez-Villarejo, entre otros.
Cerró los alegatos la delegada de Gobierno, Aina Calvo, que fue rotunda en su intervención y resaltó la labor de la Policía para combatir la violencia de género: «La dura realidad de los números no admite juegos de lenguaje ni eufemismos: nos matan por ser mujeres», sentenció la representante frente a un nutrido séquito de políticos de todos los partidos. Calvo no dudó en instar a los agentes a «cortar de raíz el mal perverso del odio» y luchar contra el racismo, la xenofobia y la homofobia: «Reconforta comprobar que la inmensa mayoría de la población entiende que convivir en sociedad solo es posible desde la tolerancia», subrayó.
La misma contundencia mostró Calvo contra los patrones de pateras, que «venden la ilusión de una tierra prometida que no es sino una travesía hacia la incertidumbre» y afirmó que cada una de sus detenciones es «otro golpe a las mafias que operan a costa de la desesperación de estas personas».