«Estamos ante una situación completamente habitual y normal en la cuenca Mediterránea», sostiene el profesor de Zoología de la UIB Miguel Ángel Miranda ante las voces que pregonan que la molesta presencia de los mosquitos en este final de verano es más numerosa y atosigante que en episodios precedentes.
«Cuando se dan abundantes lluvias y las temperaturas siguen siendo elevadas, siempre se produce una explosión de mosquitos», contrapone el experto entomólogo recordando las fuertes precipitaciones que descargó en Mallorca la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Unas lluvias que dejaron calles y jardines encharcados creando asimismo el caldo de cultivo perfecto para la cría de las larvas de estos insectos.
Y las fuertes lluvias del pasado martes así como las que se esperan para este fin de semana no contribuirán a mejorar la situación.
Miranda explica que ha llegado el mejor momento para la cría y proliferación de estos dípteros. Por lo que augura que su presencia será a partir de ahora constante hasta bien entrado el próximo mes de octubre.
Eso sí, matiza, se han de dar estas dos condiciones: precipitaciones y que las temperaturas se mantengan altas o con ligeras oscilaciones a la baja. «Cuando los termómetros bajen más, morirán», anticipa el profesor de Zoología.
El mosquito tigre está criando
A diferencia de sus congéneres, el mosquito tigre no depende tanto de las lluvias, sostiene Miranda subrayando que esta especie invasora ya plenamente instalada en las islas se reproduce en jardines, macetas y cualquier utensilio dejado a la intemperie con capacidad de almacenar agua. Y advierte de que en estos momentos está en periodo de cría así como recuerda que su actividad se desarrolla a lo largo de todo el día, no espera a la caída del sol como otras especies.
Para hacernos una idea de lo que nos espera, el experto detalla que una larva de mosquito tarda entre 8 y diez días en desarrollarse y que una hembra es capaz de poner hasta 200 huevos en varias puestas a lo largo de su existencia, que no se prolonga más allá de un mes. Y que se estima que alrededor del 80% de las larvas sobreviven.