“La gran familia de la Memoria” recibe objetos restaurados de los represaliados mallorquines: “Quiero tenerlos conmigo y no despedirme nunca de ellos”

El Govern devuelve pertenencias de víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista a sus familiares

Maria Antònia Oliver, presidenta de la Memoria de Mallorca: “Gobierne quien gobierne, la memoria es una cuestión de Estado y de derechos humanos, ni más ni menos”

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

María Jesús Balaguer Rodríguez apenas puede contener la emoción. Tiene sobre su regazo una caja con “una llave, 12 botones, la suela de los zapatos, hebillas, cremalleras, un trozo de un cinturón…”. “Quiero tenerlos conmigo y no despedirme nunca de ellos”. Son parte de los objetos restaurados con mucho mimo de veinticuatro víctimas asesinadas por el franquismo que han sido identificadas en los últimos años en las exhumaciones de las fosas de la represión en Baleares. En el caso de María Jesús esa colección de recuerdos correspondían a su tío abuelo, Antonio González Rodríguez, un sindicalista de la CNT asesinado a los 29 años. Sus restos fueron hallados en la fosa de Son Coletes, en Manacor, estaban junto con las Rojas del Molinar.

Se ha reunido a representantes de once familias en el acto de devolución de objetos restaurados pertenecientes a víctimas del franquismo.

Se ha reunido a representantes de once familias.

El Govern ha reunido este domingo a once familias y a los restauradores de los objetos en un acto celebrado en la sede de la Vicepresidencia del Govern, en Palma. Ante la muestra de pertenencias tan íntimas y personales, como ese pintalabios con restos de carmín de Belarmina González Rodríguez, la pluma de Aurora Picornell o la gafas de Miguel Ques Torrens, la emoción ha estado a flor de piel. Y también la reivindicación. “Los guardianes de la Memoria estaremos vigilando”, ha advertido Maria Antònia Oliver, presidenta de la Asociación Memoria de Mallorca.

Oliver, la nieta del activista y sindicalista de Inca Andreu París, se ha referido a los congregados y a los que siguen luchando por encontrar a sus desaparecidos como “la gran familia de la Memoria”. Y ha dejado claro que, ante la incertidumbre que se abre, con el inminente cambio de Govern, respecto a si el trabajo desarrollado estos años por el Govern del Pacto de Progreso con las exhumaciones continuará, “hay que estar muy juntos”. “Gobierne quien gobierne, la memoria es una cuestión de Estado y de derechos humanos, ni más ni menos”.

Miguel Tortella fotografía la pluma de su tía abuela Aurora Picornell, en la mano de la restauradora Margalida Munar.

Miguel Tortella fotografía la pluma de su tía abuela Aurora Picornell, en la mano de la restauradora Margalida Munar. / MANU MIELNIEZUK

Ese ha sido el mensaje común transmitido por los familiares de los asesinados reunidos en el salón de actos de la dependencia institucional, en el polígono de Son Castelló, en un encuentro conducido por el director general de Memoria Democrática, Marc Andreu. El equipo de restauradores, Margalida Munar, Jordi Ramos y Bernat Burgaya, han explicado que han intentado conservar con diferentes tratamientos los objetos, que fueron hallados con dobleces, arrugas, deshidratación… Pertenencias que “siempre hablan del último momento de vida y de la vivencia” de sus propietarios, detrás de los que hay “un gran valor emocional, que es lo que transmiten”, señalaba Ramos.

Los sobrinos nietos de Aurora Picornell, Miguel y Pedro Tortella, han optado por donarlos. Los nietos de Miguel Ques Torrens se llevaron consigo las gafas de su abuelo, quién sabe qué fue lo último que vio o no quiso ver a través de ellas. Otras familiares, como María Jesús Balaguer se llevó ese tesoro de su tío abuelo con ella.

En la retina de todos, el equipo de la Dirección General de Memoria Democrática del Govern y los descendientes de los represaliados que han cedido los objetos restaurados hay un objetivo: que se cree un espacio museístico para que queden para siempre como ejemplo de la barbarie, como ha señalado Jesús Jurado, secretario de Memoria Democrática.

UNA INICIATIVA PIONERA A NIVEL ESTATAL

La muestra de objetos restaurados pertenecieron a: Guillermo Frau Moragues, Gabriel Ferriol Gelabert, Mariano Galiana Galiana, Gaspar Macià Ventaloni, Ignasi Picornell Femenias, Miquel Ques Torrens, Tomàs Seguí Seguí, Pedro Vallespir Amengual, Antoni Alomar Mas, Francesca Llull Font, Francesca Salas Llull, Pere Llull Fullana, Aurora Picornell Femenias, Belarmina González Rodríguez, Antònia Pascual Flaquer, Maria Pascual Flaquer, Catalina Flaquer Pascual, Antonio González Rodríguez, Jaume Bauzà Far, Miquel Monserrat Parets, Joan Monserrat Parets, Isaac Rodríguez Lagar y Francisco Solano Vera.

Fueron recuperados en las campañas de 2020 y de 2022 de las fosas del cementerio de Son Coletes, en Manacor, así como de la primera intervención del cementerio de Porreres.

En su mayoría son objetos de vestimenta, como botones, hebillas, cremalleras, o restos de calzado, y también de aseo personal como cepillos de dientes y peines. También se han expuesto otras piezas restauradas, del cementerio de Manacor, las fosas de Selva o del penal de Formentera.

Es una pequeña muestra de las más de 800 piezas que han sido restauradas en una iniciativa, pionera a nivel estatal.

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