Francina Armengol se despide de su Govern pero apunta a las elecciones de 2027

La socialista reúne a todos sus altos cargos en una emotiva despedida colectiva donde reivindica el "trabajo bien hecho" durante los últimos ocho años

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Palma

Francina Armengol se despidió ayer de su Govern después de ocho años al frente de la institución —el próximo lunes firmará la renuncia de forma oficial— con la vista puesta en el Congreso de los Diputados. La presidenta en funciones del Ejecutivo balear reunió por la mañana a los trabajadores del Consolat de Mar con los que ha compartido casi una década y, en su discurso, desveló la estrategia política que seguirá a partir de ahora tras decidir que iba a encabezar las listas del PSOE por Baleares en las elecciones generales del próximo 23 de julio, después de la derrota electoral en los recientes comicios autonómicos del pasado 28 de mayo: «Os deseo lo mejor e intentaré volver a veros dentro de cuatro años».

La socialista deja claro que la etapa en Madrid no está planteada como un fin de ciclo político, sino como un trampolín para regresar reforzada e intentar presidir el Govern a partir de la próxima legislatura. Aunque cuatro años pueden ser una eternidad.

Por la tarde, la líder del PSIB-PSOE citó a todo su Govern —desde consellers hasta gabinetes de prensa, pasando por directores generales y personal de confianza— en el Espai Francesc Quetglas, que ha servido como vacunódromo durante la pandemia y ha sido una de las infraestructuras de referencia en la lucha contra el virus para el Govern. Muchos cargos aprovecharon la ocasión para interesarse sobre el futuro laboral de sus compañeros.

El discurso de Armengol estuvo marcado por la emoción y la satisfacción del «trabajo bien hecho» después de dos legislaturas. La socialista reiteró que se siente orgullosa de la labor de su Ejecutivo, sobre todo durante los peores momentos de la pandemia, y reivindicó la «honradez y transparencia» de su Govern en sendas legislaturas. 

Además, ensalzó el trabajo realizado en este tiempo para «proteger la salud» de los ciudadanos y el impulso de infraestructuras «fundamentales» como Son Dureta, que se plantea como un espacio sociosanitario de referencia en toda España. Todo ello sin olvidarse de una de sus obsesiones: la recuperación económica tras una pandemia y una crisis inflacionaria.

Horas antes, Armengol había agradecido la «dedicación y profesionalidad, y también la gran calidez y calidad humana» de los trabajadores del Consolat de Mar, «que habéis hecho funcionar la casa durante estos años». En este sentido, se mostró muy satisfecha con estas dos legislaturas: «Habéis sido siempre un ejemplo de vocación de servicio público y más que nunca en momentos tan complicados como los que vivimos juntos durante la pandemia».

Armengol se prepara ahora para cuatro largos años en los que tratará de «luchar por los intereses de Baleares» desde su escaño en el Congreso mientras trata de mantener fuerte la estructura del PSIB-PSOE en las islas ya que los socialistas serán el principal partido de la oposición. De momento no ha querido aclarar si tomará posesión como diputada la próxima semana ni si será ella quien dé la réplica a Marga Prohens en la sesión de investidura, aunque ambas cuestiones parecen descartarse a medida que pasan los días.

La dirigente socialista considera que ha realizado un excelente trabajo en ambas legislaturas y sigue defendiendo que su partido ha aguantado bien en las autonómicas y municipales en cuanto a votos, pese a haber perdido el Govern y alcaldías.

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