La historia de la tortuga boba que desovó en Palma: de un baño de madrugada a un nido con 106 huevos

La playa de Can Pere Antoni presenció el pasado jueves el primer desove de esta especie en Mallorca

La tortuga en la Playa de Can Pere Antoni

La tortuga en la Playa de Can Pere Antoni

Andrés Martínez

Andrés Martínez

El pasado jueves, la playa de Can Pere Antoni en Palma presenció un hito histórico sin precedentes. Un ejemplar de tortuga marina de la especie Caretta- Caretta puso 106 huevos sobre la arena, siendo así la primera vez que se registraba un desove de esta especie de tortuga en Mallorca. Pero, ¿Cuál es la historia que se esconde detrás de esta tortuga boba? ¿Cómo pudo llegar hasta la orilla y dejar tantos huevos?

Todo empezó con un grupo de biólogos que se encontraban en la zona tras asistir a una conferencia de ciencias acuáticas en Palma. Tras un largo día de charlas y discursos, decidieron relajarse dándose un baño en la playa de Can Pere Antoni, justo enfrente de su hotel. Así, en la madrugada, y disfrutando de la brisa marina, observaron que había algo que se movía entre la orilla. Visiblemente agotada, la tortuga boba regresaba al mar tras haber desovado 106 huevos en un nido construido de manera impecable.

Según detalló el oceanógrafo Álex Cabral a Mallorca Preservation, la tortuga boba se tomó una breve pausa para recoger energías tras el gran esfuerzo realizado antes de emprender el camino de vuelta a casa. De esta forma, la tortuga regresó al mar dejando un rastro inconfundible en la arena y 106 huevos que la convirtieron en una figura histórica en la fauna marítima balear.

Preservación de los huevos

Respecto a la preservación de los huevos, el conseller de Medio Ambiente en funciones, Miquel Mir, explicó que 26 de los 106 huevos ya han sido trasladados al Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (LIMIA) de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde serán tratados con incubación artificial incrementando así las garantías de eclosión.

Los 80 huevos de tortuga boba restantes se quedarán, de momento, en el nido, que ha sido perimetrado por los Agentes de Medio Ambiente, hasta que los técnicos certifiquen la viabilidad de que queden allí durante el periodo de incubación, de entre 45 y 60 días.