Penalva y Subirán, en el banquillo: arranca el juicio a los investigadores del caso Cursach

Segundo asalto del caso Cursach. Los investigadores de la macrocausa de corrupción en torno al magnate de la noche se sientan a partir de mañana en el banquillo de los acusados por los presuntos delitos cometidos durante la instrucción. El exjuez Manuel Penalva, el exfiscal Miguel Ángel Subirán y cuatro policías, antiguos miembros del grupo de Blanqueo, serán juzgados en el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) con peticiones de condena que suman casi 600 años de prisión. La vista oral se prolongará hasta finales de septiembre, con 151 testigos citados.

La Fiscalía, que en el juicio a Cursach y otros 23 acusados acabó pidiéndoles perdón a todos como colofón a su deserción por fascículos en aquella causa, atribuye ahora a Penalva, Subirán y los policías delitos de revelación de secretos, detención ilegal, obstrucción a la justicia, prevaricación e inducción al falso testimonio. Las acusaciones más graves son por los arrestos de 15 personas, entre ellos los padres y los hermanos del expolítico del PP Álvaro Gijón, en la investigación por el presunto amaño del concurso de la ORA en Palma. Dice la Fiscalía que todo se basó en «rumores y especulaciones» y que las detenciones fueron injustificadas. Además, apunta que los investigadores «presionaron» a los detenidos para forzar declaraciones incriminatorias. La causa acabó archivada.

Penalva, Subirán y los agentes están acusados también de dar información secreta o reservada de la causa a varios periodistas y de no actuar contra estas «filtraciones». La Fiscalía enumera en su escrito de acusación 27 informaciones y entrevistas de diversos medios, entre ellos Diario de Mallorca.

En el proceso judicial están personados también como acusación Cursach, Gijón y una quincena de investigados más -policías, empresarios y funcionarios- que fueron arrestados o encarcelados durante la investigación y quedaron exculpados. Sus peticiones de condena son menores a las de la Fiscalía, pero algunos reclaman indemnizaciones millonarias y aseguran sufrir importantes secuelas psíquicas. En el procedimiento está presente el propio Estado, como responsable civil subsidiario para hacer frente a estas posibles compensaciones.

Conspiración

Frente a este rosario de gravísimas acusaciones, Penalva y Subirán se defienden atacando como víctimas de una conspiración. En el escrito donde reclaman su absolución, argumentan que los informes de la Policía Nacional contra ellos están repletos de manipulaciones, errores y acusaciones falsas. Apuntan al fiscal Anticorrupción Juan Carrau, que participó en buena parte de las pesquisas ahora bajo sospecha del caso Cursach, por haber «torpedeado» la investigación cuando empezaron a detectarse implicaciones de altos mandos de la Jefatura Superior de Policía.

Los acusados intentarán al inicio del juicio derribar la piedra angular de los cargos contra ellos: los mensajes del grupo de WhatsApp en el que participaban. Argumentan que la Policía llegó a ellos de forma irregular tras el espionaje a varios periodistas a los que se incautaron sus teléfonos móviles para averiguar sus fuentes, en una maniobra declarada ilegal por el TSJB y con vulneraciones de derechos fundamentales según el Tribunal Constitucional. Penalva, Subirán y los agentes argumentarán que toda la causa debe ser por tanto anulada.

En la lista de testigos que están citados a declarar en el juicio figuran, además de Carrau, el juez que ordenó el espionaje a los periodistas, Miguel Florit, el actual jefe superior de la Policía Nacional en Balears, José Luis Santafé, los dos policías que elaboraron los informes para desmontar las pesquisas del caso Cursach, actuales y antiguos altos cargos del PP, desde Marga Prohens a José María Rodríguez, y testigos protegidos de aquella causa como ‘La Madame’.

El tribunal está formado por los magistrados Diego Gómez-Reino, ponente de la sentencia, Antonio Federico Capó y Felisa Vidal Mercadal. El juicio se celebrará en el edificio de sa Gerreria.

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