Terraferida abandona al chocar contra el "muro impermeable" del Govern: "Tras ocho años de propuestas, alegaciones y sugerencias, no hemos encontrado ningún sí"

"Los movimientos sociales necesitan conseguir objetivos de vez en cuando, es su razón de ser", lamentan los ecologistas, innovadores a la hora de denunciar las heridas en el territorio y patrimonio natural de Mallorca

Los ecologistas denunciaron el año pasado la proliferación de piscinas.

Los ecologistas denunciaron el año pasado la proliferación de piscinas. / DM

Redacción

Terraferida abandona. La entidad ecologista que desde hace ocho años denuncia las heridas que sufren al territorio y el patrimonio natural de Mallorca ha anunciado que interrumpe su actividad para «pensar qué queremos ser de mayores». Esgrimen falta de tiempo y recursos para hacer frente a «un alud tan grande de denuncias, informaciones y peticiones de personas y medios de comunicación». Pero el principal motivo es el hartazgo por haber chocado contra «un muro impermeable»: los partidos e instituciones de la isla.

"Ocho años de propuestas, alegaciones y sugerencias de cambios legales para mejorar la vida de la gente no han encontrado casi ninguna grieta, ningún espacio, ningún sí", han lamentado los ecologistas en un comunicado. "Si se vieran avances y voluntad real, el primer motivo no sería ningún obstáculo para continuar. Pero los movimientos sociales necesitan conseguir objetivos de vez en cuando, es su razón de ser", han añadido.

Introductores del ecologismo 2.0 en Mallorca y diestros en el lenguaje y manejo de las redes sociales para publicar —y viralizar— sus denuncias, Terraferida ha elaborado completos y rigurosos estudios que demuestran cómo el ladrillo —y las piscinas— se expanden y depredan el suelo rústico de la isla. También denunciaron cómo el alquiler turístico había penetrado en todos los rincones de la isla, al tiempo que contabilizaron las plazas de Airbnb.

«Llevábamos meses dándole vueltas. Nos pasa lo que también pasa en otras entidades, hay un ambiente de desánimo. Porque tú puedes plantear diez batallas pensando en que al menos ganarás una. Pero no hemos ganado ni una. Y toda esta lucha en algún momento se tiene que sustanciar en algo. Pero siempre que hemos hecho propuestas, o al Govern o al Consell, te dicen que sí, que tenemos razón, pero al final no hacen nada», ha lamentado el portavoz de Terraferida, Jaume Adrover, en conversación con este diario. 

Imagen que el artista Miquel Barceló ha hecho para Terraferida.

Imagen que el artista Miquel Barceló ha hecho para Terraferida. / Miquel Barceló

Este parón es «indefinido», ha indicado este activista. «En principio cerramos. Si vemos que en el futuro hay una manera de continuar sin estrellarnos contra la pared, volveremos. Pero a día de hoy pensamos que estrellarnos contra ese muro una y otra vez es una pérdida de tiempo», ha manifestado. 

En todo caso, la entidad dejará habilitado el correo electrónico terraferits@gmail.com en el que leerán ideas, propuestas o reflexiones de los ciudadanos. 

En su comunicado, Terraferida dirige el foco sobre el actual Govern de izquierdas presidido por Francina Armengol, que suma dos legislaturas y opta a una tercera, y también sobre el de Francesc Antich entre 2007 y 2011. «Los partidos ‘progresistas’ han gobernado 16 de los últimos 20 años en Mallorca. Aunque se les supone más sensibilidad que al resto en temas ambientales, vemos con preocupación que están cerrados en banda. Incorporan el discurso y el vocabulario de las entidades ecologistas, pero siguen ejecutando políticas de crecimiento y masificación y se niegan a poner límites a la construcción masiva y al proceso de turistificación total de Mallorca», criticaron. 

«Repasando la política turística de los últimos ocho años, se ve siempre el mismo patrón: no se adopta ninguna política turística que los grandes hoteleros no quieran. Si hablamos de urbanismo, la línea roja es no tocar intereses ni expectativas del negocio inmobiliario. Los residentes cada día importan menos y las empresas más. Ni hace falta hablar de la oposición, siempre en contra del más mínimo avance en materia ambiental y territorial. No tienen remedio», señalan los ecologistas.

Terraferida augura una Mallorca «masificada, caótica y precaria» como consecuencia de un Plan Territorial «que permite llegar a los tres millones de plazas residenciales y turísticas», y ha expresado su frustración al constatar la ausencia de políticas que desactiven ese escenario: «Ver tantos cargos públicos escribiendo en las redes sociales continuamente y tan poco en el BOIB, lugar donde deberían sustanciarse los cambios que la sociedad necesita, es una prueba más de esta obsesión por comunicar, cuando lo importante y útil es hacer».