El incondicional británico planifica, el alemán prefiere improvisar

«Si juntáramos todos los campos, serían el 6 % de la superficie de Palma», dice Luis Nigorra

Redacción

El mercado alemán (con suizos y austriacos) es el principal en el turismo de golf, seguido por el británico. «Tienen comportamientos diferentes», explica Luis Nigorra. Los germanos vienen más en pareja o grupos pequeños, reservan con menos antelación y les gusta «hacer otras actividades». Los británicos llegan en grupos de 20, 30 o 40 personas, reservan «cinco o seis meses antes y si llueve se ponen el traje de agua y juegan». También es relevante la presencia de escandinavos. El presidente de la Asociación de Campos de Golf lamenta que el golfista nacional es «marginal». Se retrae por los precios de los vuelos.

La estancia media del golfista, de poder adquisitivo medio-alto y de perfil «senior» gira en torno a cinco noches. Los paquetes populares incluyen siete noches y cuatro green fees (tarifa por recorrido) o cinco noches y tres green fees, precisa Heribert Rubiano. Para que incida más en la desestacionalización, el director de Ventas de Arabella Golf apunta a mejorar las conexiones aéreas y la oferta de alojamiento en invierno.

«Si juntáramos todos los campos, serían el 6 % de la superficie de la isla», dice Luis Nigorra

La Federación Balear de Golf cuenta con 8.200 miembros. «Somos la tercera con más licencias tras la de fútbol y la de baloncesto», acota Bernardino Jaume. «Llevamos años regando con agua depurada. Hemos apostado por la sostenibilidad, con el tratamiento del agua, productos fitosanitarios o con la regeneración de la fauna». Nigorra quiere desterrar estigmas que rodean al golf. «Utilizando el 100 % de la concesiones de agua, representa el 6% de la que se recicla». Y, añade: «Siempre hemos dicho que si se incumple la ley con el riego, que se pongan multas». «Si todos los campos estuvieran juntos», calcula, «sumarían el 6 % de la superficie de Palma. No parece tan grave».

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