El Govern, a través de la conselleria de Medio Ambiente, exige a partir de ahora una autorización previa a todas aquellas personas que deseen visitar el Parque Nacional de Cabrera en una de las tres empresas que prestan el servicio de trasporte colectivo con el archipiélago: Excursiones a Cabrera, Mar Cabrera o Cruceros Cormorán.

Como informa el Parque Nacional, con la reserva y en un plazo de dos horas se obtendrá por correo electrónico un código con el que se podrá adquirir el billete para realizar la travesía en una de las tres empresas navieras que realizan la ruta marítima, especificando además las dos modalidades de visita. La primera, con desembarco en el puerto y acceso a las instalaciones e itinerarios autoguiados de la isla para el uso público y las actividades programadas. Y la segunda, con navegación en el entorno del archipiélago y desembarco en la ensenada natural del puerto con una duración máxima de una hora.

Ensenada natural del puerto de Cabrera con el castillo al fondo Redacción

Las solicitudes de autorización para visitar Cabrera en golondrina se deberán formalizar en el enlace https://reservacabrera.caib.es con una antelación máxima de sesenta días. El Parque Nacional recomienda no realizar la reserva hasta confirmar que las empresas navieras cuentan con plazas libres en las fechas deseadas.

De esta forma el Govern obtendrá por primera vez de forma directa los datos exactos de las personas que visitan el Parque Nacional de Cabrera en golondrina, lo desde el parque se entiende que es un dato fundamental para mejorar el control de la presión humana sobre el archipiélago y la conservación de su medio ambiente. Hasta este momento eran las empresas concesionarias las únicas que tenían el control del número de personas que llegaban al archipiélago.

Las gestiones de la conselleria de Medio Ambiente para realizar este cambio empezaron en 2021. En aquel momento, el  director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, ya avanzó a este diario que los visitantes tendrían que registrarse y pedir permiso para bajar al parque. De esta forma, señaló, "podremos controlar directamente desde la Conselleria las personas que lo visitan". En esa fecha, solo las dos empresas concesionarias, Viajes a Cabrera y Mar Cabrera, sabían qué excursionistas bajaban a tierra en el parque nacional. Avanzaba también Llorenç Mas que el nuevo sistema sería similar al que se utiliza para poder fondear embarcaciones en las boyas de la ensenada natural del puerto. Entre 20.000 y 30.000 personas visitan Cabrera cada año.