SOCIEDAD

El Lobby de Dones de Mallorca sobre la polémica de la gestación subrogada: "Ser madre es un deseo, no un derecho"

Organizaciones feministas y representantes de los colectivos LGTBI rechazan los vientres de alquiler y advierten de que su regulación conllevaría más abusos contra las mujeres

Una imagen de archivo de una  manifestación feminista con motivo del día de la mujer

Una imagen de archivo de una manifestación feminista con motivo del día de la mujer / Diario de Mallorca

Redacción

«Estamos totalmente en contra de la gestación subrogada porque hay que partir de la base que ser madre no es un derecho, es un deseo que no se puede satisfacer explotando a las mujeres». De esta manera tan contundente se pronunciaba Francisca Mas, presidenta del Lobby de Dones de Mallorca, sobre la polémica sobre los vientres de alquiler reavivada tras conocerse que la popular actriz Ana García Obregón acaba de ser madre por esta vía a sus 68 años.

«No es un derecho», reiteró Mas, «pero sí existen los derechos humanos de las mujeres» a las que se pretende usar para ser madres, recordó. La presidenta del Lobby de Dones también se mostró totalmente en contra de regular este tipo de gestación en este país donde está prohibida estimando que indefectiblemente con la regulación se dará «un paso para cometer más abusos contra las mujeres».

Una opinión igualmente contundente mantuvo Carmen Sánchez-Contador, de la Associació de Dones de les Illes Balears per a la Salut (ADIBS), que no quiso ni hablar de gestación subrogada, denominación que en su opinión es un eufemismo para ocultar la realidad que no es otra que una «cosificación y mercantilización del cuerpo de la mujer».

Sánchez-Contador recordó que este tipo de gestación es ilegal en este país y lamentó la hipocresía que supone que pese a esta ilegalidad se cierre los ojos a la hora de inscribir a los niños nacidos de esta forma al regresar con sus padres. Aunque admitió asimismo los cuestionamientos morales que se producirían si no se permitirá inscribirlos a su llegada al país.

«También están los peligros asociados a un parto que se puede complicar, los lazos emocionales e intercambio de hormonas entre la mujer gestante y el bebé y si el hecho de separarle de él al nacer no va a traer unas consecuencias a futuro en lo que a la salud mental de la madre se refiere», añadió la representante de ADIBS.

Entre el colectivo LGTBI hay disparidad de opiniones entre las dos asociaciones más representativas de esta comunidad. 

Mientras Jan Gómez, representante de Ben Amics, señaló que no tienen una postura bien definida, desde Balears Diversa su presidenta Laura Durán consideró que «se trata de una práctica no humana ya que solo quién tiene dinero puede comprar un útero a personas necesitadas».

«No es legal ni nunca debería serlo», zanjó Durán reclamando como alternativa que a las familias monoparentales que deseen ser madres se les facilite la adopción o el acogimiento y se les gratifique por ello. 

Gómez justificó el cambio de opinión de su organización -ahora justo seis años se manifestaron a favor de la maternidad subrogada porque era una práctica ya extendida en otros países y reclamando eso sí que estuviera amparada por una legislación que velara por los derechos tanto de las familias como de las gestantes- en los numerosos cambios de las ejecutivas de Ben Amics desde entonces.

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