Las empresas turísticas de Baleares les quitan trabajadores a las de la construcción

Los sindicatos reconocen que parte de las plantillas del sector del ‘ladrillo’ están optando por buscar trabajo en hoteles, bares y restaurantes por resultar más rentable y menos sacrificado

La construcción balear  tiene problemas de  escasez de personal.

La construcción balear tiene problemas de escasez de personal. / DM

Redacción

Las ofertas laborales que hace las empresas turísticas son más atractivas que las de las constructoras, lo que está provocando que una parte de las plantillas de estas últimas se estén yendo a trabajar a hoteles, bares y restaurantes. Con un factor que agrava todavía más la situación que esta viviendo actualmente el sector ‘del ladrillo’, y es que cada vez resulta más difícil traer refuerzos desde la península debido a que los salarios que se ofrecen en las islas no compensan el sobrecoste que los trabajadores tienen que afrontar debido a unos alquileres que apenas tienen parangón en el resto del país, según coinciden en señalar los representantes de los sindicatos CCOO y de UGT.

La semana pasada la presidenta de la asociación balear de constructores, Fanny Alba, formuló una «llamada desesperada» ante la escasez de mano de obra que se vive en este sector, advirtiendo de que si inicialmente ésta alcanzaba al personal cualificado, ahora ya había pasado a ser general, asegurando que en estos momentos «no se encuentran ni peones».

Los portavoces de CCOO y de UGT en el sector de Balears, Francisco Lahilla y Roberto Serrano respectivamente, comparten la afirmación de que la construcción balear se está enfrentando en estos momentos, coincidiendo además con un volumen de actividad especialmente elevado, a serios problemas para encontrar personal, aunque el segundo afirma que «peones hay los que quieras», dado que se trata del personal sin experiencia. Pero sí confirman la notable escasez de personas con formación, como oficiales de primera (entre los que se encuentran los encofradores) o gruistas.

Más dinero, menos sacrificio

Los dos señalan que además del elevado número de obras que hay en estos momentos, muchos trabajadores del sector están consiguiendo empleo en empresas turísticas que, pese a exigir estar operativo durante los fines de semana, supone retribuciones más elevadas y no es tan sacrificado como estar al sol en un andamio. Como ejemplo de ello, indican que mientras que el convenio balear de hostelería contempla un incremento salarial del 5% para este año, el de la construcción es de un 3% en toda España.

En este sentido, se pone de relieve que durante la pandemia, cuando el sector turístico vio paralizada su actividad, el proceso fue el inverso, con un trasvase de personal de esta última actividad hacia la constructora, lo que fue acompañado de un aumento de los accidentes laborales en este último sector, especialmente entre personas de 30 a 45 años de edad. Tras la reapertura de los hoteles, ahora se regresa a los negocios turísticos, que además están ofreciendo salarios más altos al necesitar también a más trabajadores.

Por ello, desde los sindicatos se critica a las empresas constructoras, a las que se reprocha que no apliquen mejoras sociales para hacer más atractiva la actividad y retener a su personal más cualificado.

Problemas de vivienda

Balears tiene serios problemas para ofrecer vivienda incluso a los que las construyen. Los sindicatos CCOO y UGT indican que uno de los factores clave que explican la escasez de personal en la construcción es la dificultad para atraer personas desde otras zonas del país debido a que el precio de los alquileres es demasiado elevado para que trabajar en Balears resulte atractivo, según lamenta el representante de las primeras de estas organizaciones, Francisco Lahilla.

Por parte de UGT, Roberto Serrano critica que la patronal balear se niegue a aplicar durante los meses de verano la jornada intensiva para evitar las horas de más calor.

Los dos cuestionan la oposición que las organizaciones sindicales se encuentran en las islas por parte de su patronal a la hora de fijar mejoras sociales que vayan más allá de la subida salarial que se pacta para toda España en Madrid, y admiten las dificultades que existen para conseguir que los jóvenes se incorporen al sector, lo que está haciendo que las plantillas estén cada vez más envejecidas, con numerosos trabajadores en las obras cuya edad supera ya los 60 años.

Hay otro factor que se añade a los problemas de personal que se registra, y es la entrada en el sector de autónomos que cuenta con una cifra reducida de empleados y que se ofrecen por cantidades más bajas que las que cobran las empresas tradicionales del ramo, a costa de no cumplir condiciones de seguridad o tener de alta a sus trabajadores. Lahilla afirma que es normal que cuando los sindicatos visita una obra se encuentres con que algunos obreros salen corriendo «porque creen que somos inspectores de Trabajo y ellos están en situación irregular».

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