El PSIB se enfrenta con sus socios por publicitar los casinos en hoteles y zonas turísticas de Baleares

Los socialistas presentaron una enmienda para permitirlo en la tramitación de la Ley del Juego que sus socios de Podemos y Més exigen que retiren

Un salón de juegos situado en el barrio de Pere Garau.

Un salón de juegos situado en el barrio de Pere Garau. / DM

Redacción

El pleno del Parlament tenía previsto aprobar hoy el proyecto de modificación de la Ley del Juego y las Apuestas planteado por el Govern y que limita la actividad de este sector en las islas con restricciones como la prohibición de la publicidad. Esta modificación fue impulsada por la vicepresidencia y conselleria de Transición Energética que dirige el podemita Juan Pedro Yllanes. Sin embargo, el PSIB-PSOE presentó una enmienda para que se permita publicitar a los casinos en las zonas turísticas, hoteles y aeropuertos. Desde Podemos y Més criticaron ayer a sus socios por la citada enmienda argumentado que no es el momento de concesiones siendo una de las comunidades de España con mayor cantidad de salas de juego. Ello está provocando tensiones entre los socios de Pacto a punto de concluir la legislatura y la polémica enmienda puede evidenciar hoy las fricciones durante la votación de la norma.

La portavoz adjunta de Unidas Podemos, Esperança Sans, ha pedido este lunes al PSIB que "reconsidere" la enmienda a la Ley del Juego con la que se permitiría a los casinos publicitarse en establecimientos turísticos. En este mismo sentido se ha pronunciado Joan Mas Collet, diputado de Més per Mallorca, quien ha asegurado que apoyarán a Podemos y no quieren ningún tipo de publicidad de salas de juego y casinos. La portavoz del PSIB, Pilar Costa, ha asegurado que la enmienda sigue adelantes. "Además de que lo ha pedido el sector, creemos que si se publicita en zonas turísticas tiene muy poca incidencia, ya que la mayoría de personas son turistas y no residentes.

Baleares, con 108 casinos, bingos, salas de juego y locales de apuestas por cada millón de habitantes, es la tercera región con mayor número relativo de este tipo de establecimientos y el objetivo de la ley es reducirlos para acercarse a la media estatal de 68 salas por millón. Con la nueva ley, se amplían los establecimientos respecto a los que hay que alejar las salas de juego, que son los centros escolares y otros espacios de uso habitual de menores y de personas con problemas de adicción, y también se incrementa la distancia mínima entre locales de juego, a 500 metros en Palma y 250 en otros núcleos de población, según explicó el vicepresidente Juan Pedro Yllanes.