Un maestro mallorquín en Formentera: "Si no encuentro casa tendré que dormir en una hamaca en ses Illetes para acabar el curso"

El docente, al que penalizan durante dos años si rechaza trabajar, tiene que abandonar su casa en mayo y sólo encuentra pisos turísticos a precios desorbitados

Àlex Juliá, maestro en Formentera

Àlex Juliá, maestro en Formentera / A.J.

Marisol Plaza Sánchez

El habitual problema de la vivienda en Ibiza y Formentera continúa haciendo estragos en los servicios públicos pitiusos, debido a que los funcionarios no pueden alquilar pisos a precios razonables. Es el caso de Àlex Julià, un maestro mallorquín de 25 años que trabaja en Formentera y que tiene que abandonar su residencia actual a mediados de mayo. Este docente cuenta a Diario de Ibiza que llegó a la isla para trabajar un mes, pero que su situación laboral se ha alargado hasta final de curso, a finales de junio. Julià está buscando casa, pero lamenta que sólo encuentra alquileres turísticos "a precios desorbitados".

"No encontrar casa para vivir no está dentro de los motivos para rechazar un trabajo [en Educación], y si me niego a quedarme en Formentera me penalizan dos años. Tendré que dormir en una tienda en [la platja de] ses Illetes, porque me niego a autosabotearme", denuncia el maestro en referencia a los obscenos precios que se piden por un piso en la isla.

Àlex Julià acaba de iniciar su carrera laboral como maestro. "Sólo tengo cinco puntos, por lo que difícilmente me iban a llamar para trabajar en Mallorca. Cuando elegí los destinos en las listas, seleccioné todas las islas y me llamaron para trabajar en Formentera. En principio me daban empleo para un mes, pero la situación se alarga hasta final de curso. El 15 de mayo tengo que dejar la casa [un estudio de 35 metros cuadrados por el que paga 600 euros al mes] porque viene la dueña a pasar la temporada, y los únicos pisos que encuentro son turísticos", cuenta el joven. Además, asegura que a muchos de sus compañeros les echan en junio de sus casas "para alquilarlas en verano a un precio más alto".

Àlex Juliá muestra una de las conversaciones en la que le piden 4.200 euros por un piso

Àlex Juliá muestra una de las conversaciones en la que le piden 4.200 euros por un piso / TWITTER

Ante este problema, Àlex decidió contactar con el Casal de Colonia de Formentera, que depende de la conselleria de Educación, para contarles su situación. "En un principio, la directora del IB Jove del casal nos dijo que sí, que podríamos quedarnos, y lo trasladó a Educación. Después me dijo que le habían negado esa opción", lamenta. Además, también cuenta que el Casal de Colonia facilita el alojamiento tan sólo el mes de septiembre, "después te tienes que buscar la vida, y esto es la jungla", detalla. Ante la desesperación de no encontrar casa, el joven decidió abrir un hilo en Twitter para contar su situación.

El joven denuncia que no encontrar casa obligue a cualquier profesional a rechazar un trabajo. "Del 15 al 30 de mayo me quedaré en el sofá de un amigo, pero le echan en junio. En ese momento cogeré una tienda de campaña o una hamaca y me iré a dormir a ses Illetes. Me niego a que me penalicen durante dos años porque me ha costado mucho llegar hasta aquí. No es sólo el esfuerzo de la carrera, también he invertido mucho dinero en cursos de los sindicatos. Hay una inversión muy grande", puntualiza el joven.

Por otro lado, critica también que ni él ni sus compañeros cuentan con un contrato de alquiler. "Si al menos tuviera contrato podría hacerme residente y viajar a un precio menor a Mallorca, pero ni eso", cuenta. "Los formentereses quieren servicios públicos de calidad y la gran mayoría alquilan los pisos a unos precios desorbitados", reflexiona el joven.