Los constructores de Baleares avisan de que este año va a ser imposible edificar viviendas a precio asequible

La patronal hace una "llamada desesperada" ante la escasez de trabajadores tanto especializados como peones

Los constructores pronostican para este año un nivel de actividad similar al de 2022 pero con problemas

Los constructores pronostican para este año un nivel de actividad similar al de 2022 pero con problemas / B.RAMON

Redacción

La patronal balear de constructores ha lanzado hoy un nuevo aviso sobre la dificultad que las familias de las islas tienen para acceder a una vivienda: durante este año va a seguir siendo imposible sacar al mercado un producto a precio asequible por la escasez de suelo, y además el problema se va a seguir agravando si no se adoptan medidas con urgencia.

Igualmente, se ha reconocido que el sector se enfrenta a un grave problema a la hora de encontrar personal para ejecutar los proyectos, que en estos momentos alcanza no solo a los trabajadores cualificados, sino que incluso hay dificultades para encontrar peones.

La presidenta y la directora general de esta organización empresarial, Fanny Alba y Sandra Verger respectivamente, han presentado esta mañana el balance de la actividad en el sector durante 2022 y las previsiones para el presente ejercicio, estas últimas con notables ‘claroscuros’.

La inversión total en construcción durante el pasado año en las islas, sumando la pública y la privada, se cifra en 2.431 millones de euros, un 12,7% más que en 2021.

En el caso de la inversión en vivienda, su valor fue de 1.571,6 millones, con un crecimiento del 3,2%. Pero en este caso aparecen notables diferencias por islas, ya que en Mallorca ese valor fue de 1.109,1 millones, con una caída anual del 6%, que contrasta con los crecimientos de Menorca, del 40% y de Ibiza y Formentera, del 27,8%.

Por lo que respecta al número de viviendas, las 3.560 visadas en Baleares suponen un aumento del 2,7%, pero en el caso de Mallorca sus 2.447 implican una bajada del 10,5%.

Cifras insuficientes

En cualquier caso, Sandra Verger ha puesto de relieve que estas cifras quedan muy por debajo de las que se necesitan en el archipiélago para compensar su crecimiento de población, y ha señalado que existe un déficit de unas 20.000 para poder atender la demanda existente.

Hay un aspecto sobre el que se ha hecho hincapié, y es que el coste medio en la construcción de una nueva residencia es en estos momentos de 347.000 euros, lo que triplica el que existía antes de la crisis que se registró en el sector en 2008. Hay que matizar que ese importe medio se ve claramente impulsado por los proyectos unifamiliares, más costosos.

En cuanto a la inversión en proyectos turísticos, con las reformas en cabeza, se cifró en 227,3 millones de euros en el conjunto de las islas, prácticamente la misma que en 2021, aunque en el caso de Mallorca se produce un crecimiento del 27,7%, hasta situarse en los 146,1 millones.

Otros proyectos, como los industriales, comerciales o docentes, han visto como su inversión se ha situado en 158,9 millones de euros, con un descenso del 23,1%.

El valor de la obra pública ha alcanzado los 808,9 millones de euros, con la Comunitat Autònoma como principal inversor y con un descenso en el presupuesto de los proyectos desarrollados por las Administraciones públicas.

A la hora de analizar las previsiones del sector para este año, Fanny Alba pronostica un nivel de actividad similar al de 2022, aunque se apuntaron matices.

Así, se espera un aumento en la obra pública y en las rehabilitaciones de viviendas de la mano de los fondos europeos, y el riesgo aparece ante la posibilidad de que se reduzca la edificación de vivienda nueva.

En cualquier caso, la presidenta de la asociación ha insistido en que va a ser imposible sacar vivienda asequible durante este año, con una «tormenta perfecta» debido a la subida en el valor de los materiales, una escasez de mano de obra que no deja de agravarse y la inseguridad económica existente.

Falta de personal

Esa falta de personal ha sido destacada por Fanny Alba, que ha asegurado que si anteriormente el problema se centraba en el personal con especialización, en estos momentos «no se encuentran ni peones», lo que da pie a una «llamada desesperada» por parte de las empresas del ramo para encontrar trabajadores. En este aspecto, se ha reconocido que otros sectores padecen esa misma dificultad.

También se ha señalado la necesidad de adoptar medidas, como autorizar edificios residenciales más altos en algunas zonas para poder elevar el número de viviendas que salen al mercado (se señalan espacios como las Avenidas o el Ensanche de Palma), o poner suelo asequible a disposición de los promotores.

Además, se valora el que se esté confirmando que la limitación en la adquisición de viviendas por parte de no residentes no resulta viable.

Un aspecto sobre el que se ha lanzado otra advertencia es en el creciente número de obras públicas que pueden quedar desiertas si no se actualizan sus costes, con una crítica especialmente dirigida a los Ayuntamientos por la negativa de muchos a contemplar compensaciones a las constructoras que las ejecutan.