SANIDAD

Los dermatólogos de Mallorca piden a las familias que revelen que padecen sarna para evitar más contagios en las escuelas de la mano de sus hijos

El año pasado se diagnosticaron 18.625 casos de esta enfermedad en las islas, un 47% más que el ejercicio anterior

La doctora Giacaman, en su consulta de Son Espases

La doctora Giacaman, en su consulta de Son Espases / HUSE

I. Olaizola

I. Olaizola

En 2022 se diagnosticaron 18.625 casos de sarna solo en los centros de salud de Balears, sin contar con los pacientes atendidos en hospitales y clínicas privadas, una cifra que suponía un crecimiento porcentual del 47% (5.950 casos más) frente a los detectados en 2021. 

La dermatóloga de Son Espases Aniza Giacaman, que ha elaborado la unificación del protocolo de los complicados tratamientos que hay que seguir para erradicar esta contagiosa enfermedad, insta a las familias a informar a sus allegados de que sus hijos padecen sarna para evitar que se conviertan en los artífices de la expansión de la patología al contagiar a sus compañeros en las escuelas o equipos de fútbol y que estos luego la extiendan por el resto de su núcleo familiar. 

«Para combatir más eficazmente esta molesta enfermedad hay que quitarle el estigma de que está asociada a la pobreza y a la suciedad e informar a tus allegados para que inicien el tratamiento si han estado en contacto estrecho contigo o con alguien de tu familia afectado», recomienda la doctora Giacaman recordando que la sarna se trasmite con un contacto de piel con piel de tan solo media hora de duración.

La especialista revela que la situación es tan preocupante que el año pasado se produjo una reunión interdisciplinar de varios médicos (pediatras, dermatólogos, médicos de familia...) para aunar criterios y protocolos de actuación ante el elevado número de brotes detectados de sarna.

Giacaman puntualiza que esta enfermedad no es de declaración obligatoria salvo que sea un brote, esto es, que afecte a al menos dos personas relacionadas, con un mismo origen. Por lo que considera que las cifras consignadas al comienzo de ese reportaje no reflejan fielmente la realidad. «Creo que hay un infradiagnóstico, que los números son mucho mayores», estima añadiendo que el «recontagio es muy frecuente. Prácticamente el 50% de los pacientes que vemos ya han seguido el tratamiento con anterioridad», revela achacándolos a no haber seguido bien las terapias o a no haber informado a sus contactos estrechos de que has tenido sarna.

Buena prueba de que los casos de sarna reales superarían las cifras oficiales es que las ventas de las cremas para tratarla de forma tópica se han disparado: Si en 2018 se vendieron en Balears 5.000 envases de este producto, tres años después, en 2021, las ventas crecieron hasta los 9.000 envases.

Los objetivos del protocolo que se ha elaborado son tres. En primer lugar, diagnosticar eficazmente la enfermedad, que no se pase por alto ningún caso, algo perjudicial debido a su contagiosidad. En segundo, conseguir consensuar la prescripción de los diferentes tratamientos, farmacológicos y tópicos, en los centros de salud, puerta de entrada a la sanidad pública que debe ser el primer obstáculo que se interponga para su difusión. Y, por último, dejar bien claro cuáles deben ser las exigentes medidas de limpieza que debe acometerse en los hogares para erradicar de ellos la sarna de una vez por todas.

Sobre el primero de los objetivos, la dermatóloga abunda que «hay que aprender a diagnosticar la enfermedad a simple vista». Pese a que muchos centros de salud carecen de los dermatoscopios que permiten ver al parásito que provoca la sarna, la doctora Giacaman aconseja una acción muy simple: «Nosotros miramos las manos, las muñecas, entre los dedos, para detectar la presencia de surcos que certifican el avance del ácaro por la piel, así como la aparición de los primeros granitos».

Ya para concluir, la experta no duda en atribuir este incremento desmesurado de casos de sarna a la reciente pandemia de covid-19 y al confinamiento de la ciudadanía. «Pasamos mucho tiempo juntos encerrados en casa y los casos se dispararon también en parte por el miedo que había entonces a acudir al médico. La incidencia aumentó entonces aunque el verdadero problema es que se mantiene todavía», concluye. 

Tratamientos tópicos y farmacológicos

La sarna tiene tratamiento tópico, mediante cremas que contienen permetrina. «Has de aplicar la crema por todo el cuerpo antes de dormir, desde detrás de las orejas hasta la punta de los pies. Hay que ponerla incluso debajo de las uñas, que también hay que cortar muy bien», comienza la doctora. Al despertarse a la mañana siguiente hay que ducharse para eliminar la crema y repetir esta misma operación a la semana siguiente, a los siete días justos de la primera actuación. Este proceso puede realizarse como máximo en tres ocasiones consecutivas. 

«Existe otro tratamiento tópico con consiste en aplicarse una vaselina azufranada que se prepara en las farmacias con una fórmula magistral. El paciente debe aplicársela durante tres días de forma consecutiva y sin ducharse en ese periodo, aunque puede hacerlo a partir de esa jornada. Y también se ha de repetir a la semana», apunta advirtiendo de que estos tratamientos resecan e irritan mucho la piel siendo necesaria la dosificación posterior de cremas hidratantes para recuperarla.

Sobre el tratamiento farmacológico, la doctora Giacaman señala a la ivermectina, un antiparasitario útil contra la sarna que se comercializa desde hace apenas un año en este país. La prescripción se hace en función del peso del paciente y se toman seis comprimidos en un sola toma de periodicidad semanal que se prolonga durante dos o tres semanas. «En algunos casos más graves, se pueden combinar ambos tratamientos», concluye. 

Limpieza del hogar

La especialista subraya que una exhaustiva limpieza del hogar es una acción básica para eludir las reinfecciones. «Hay que limpiar muy bien toda la casa y aspirar los sillones, el coche, los cojines... También hay que lavar toda la ropa de cama y las sábanas a sesenta grados para conseguir erradicar el parásito», recomienda la dermatóloga.

Para evitar todo el trajín que puede suponer tener que lavar toda la ropa, la experta recomienda reservar tres mudas y que tras usar una de ellas, se lave a la mencionada temperatura y usar otra al día siguiente y así alternativamente. Con el resto de la ropa, fundamentalmente la que no se pueda lavar a esas temperaturas, la doctora Giacaman aconseja meterla en bolsas de basura negras que deben cerrarse herméticamente y mantenerse así durante diez días. «Sin aire y en la oscuridad, el parásito no sobrevive a ese periodo de tiempo», revela. Y si alguien tiene mascotas en casa, que se despreocupe. Estos ácaros solo afectan a los seres humanos. «Una persona que inicia el tratamiento deja de ser contagiosa al día siguiente de haberlo hecho por lo que es conveniente limpiar tu hogar el mismo día que lo inicies», recomienda.

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