Borrasca Juliette en Mallorca: «No tuvimos miedo, fue como estar confinados, pero en 25 metros»

La familia que se quedó aislada por la borrasca en el refugio de Cúber se sintió «acompañada en todo momento» gracias a las continuas llamadas del 112, los bomberos y la Guardia Civil

El helicóptero de la Guardia Civil aterrizó con Asunción y su hijo pequeño en el campo de fútbol. | J.MORA

El helicóptero de la Guardia Civil aterrizó con Asunción y su hijo pequeño en el campo de fútbol. | J.MORA / A. Rodríguez

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Las redes sociales y los medios de comunicación se hicieron eco esta semana del llamativo aterrizaje de un helicóptero de la Guardia Civil en pleno campo de fútbol mientras se estaba disputando el Port de Sóller-Consell de Primera Regional. Se trataba del rescate de una familia que había quedado aislada en el refugio de Cúber debido a la borrasca Juliette. ¿Los protagonistas? María Asunción Rodríguez y su familia.

«Hacía un mes que teníamos reservado el refugio. El día antes de ir vimos que había previsión de nieve para el lunes, pero no encontramos ninguna alerta activada y decidimos seguir con nuestros planes. Pensamos que sería divertido ver un poco de nieve con los niños», relata Asunción, que junto a sus dos hijos de 7 y 10 años y su marido decidió pasar el puente del Dia de les Illes Balears en Cúber.

Cuenta cómo el domingo, cuando llegaron, el tiempo estaba bien y que sin embargo el lunes todo cambió. Se levantaron y vieron que todo estaba cubierto por un manto de nieve. «A las 11:30 nos llamaron los guardas y nos dijeron que teníamos que abandonar el refugio por alerta por el temporal», explica antes de describir la odisea que vendría a continuación. «Les dijimos que si podían venir a buscarnos, que estábamos con dos niños pequeños, pero nos explicaron que estaba todo cortado, que debíamos llamar al 112». Y así lo hicieron, y desde emergencias les dijeron que si tenían víveres suficientes y ropa de abrigo lo mejor era no moverse de allí hasta que pasara la borrasca. Fue entonces cuando se dieron cuenta de la gravedad de la situación.

«El peor día fue el martes, había metro y medio de nieve», explica Asunción, que aunque asegura que aguantaron sin problemas porque tenían comida y bebida suficientes para al menos cinco días, confiesa que les «desesperaba no saber cuánto podría durar el temporal», porque hacía mucho frío y humedad, tanto que llevaban puestos hasta tres pantalones. «El último casi no me abrochaba», dice entre risas. A pesar de todo, tiene claro que «no tuvimos miedo, simplemente fue como estar confinados, pero en 25 metros cuadrados».

«No tuvimos miedo, fue como estar confinados, pero en 25 metros»

«No tuvimos miedo, fue como estar confinados, pero en 25 metros» / Nair Cuéllar

"Acompañados"

Además, señala que se sintieron «acompañados en todo momento», ya que tanto el 112, como los bomberos y la Guardia Civil les llamaban cada día para saber si necesitaban algo y les informaban de lo que estaba sucediendo.

El miércoles, finalmente, pudo llevarse a cabo el rescate en helicóptero, que tuvo que realizar dos viajes para llevar hasta Sóller a la familia al completo. «Mi hijo pequeño tenía miedo, pero entré con él rápido y los guardias civiles fueron geniales, le dijeron a mi hijo que íbamos a interrumpir un partido de fútbol».

Y así fue como se produjo el rescate del que todo el mundo habla y por el que tan agradecida se siente Asunción. «Al llegar a casa solo quería dar las gracias por todo a todo el mundo», concluye.

Carta de agradecimiento de Asunción Rodríguez a los Servicios de Emergencias

A los Servicios de Emergencias: «Mil gracias por el esfuerzo en su trabajo»

Esta semana publicasteis una noticia sobre un rescate en helicóptero de una familia aislada por el temporal en el refugio de Cúber. En la imagen que la acompaña aparecemos mi hijo pequeño en brazos de un guardia civil y yo.

Escribo esta carta porque tengo la necesidad de agradecer todo lo que hicieron los Servicios de Emergencias durante los 3 días que estuvimos aislados. Tanto 112, como Bomberos como Guardia Civil nos estuvieron atendiendo, informando y acompañando a través del teléfono. En todo momento estuvieron pendientes de nuestras necesidades asegurándose de que estábamos bien y de que teníamos todo lo necesario para aguantar hasta que pasara el temporal y pudieran rescatarnos.

Merecen una mención especial la empatía que mostró el C.O.S de la Guardia civil interesándose por nuestro estado anímico y la calidez con que nos acogieron los guardias civiles que nos rescataron en el helicóptero.

Tampoco puedo dejar pasar el agradecimiento por la acogida y la ayuda que nos prestaron el Teniente de Alcalde y un concejal del ayuntamiento de Sóller que estaban viendo el partido que interrumpimos al aterrizar. Nos arroparon y además nos facilitaron el taxi que nos desplazó a nuestra casa en Palma.

Para finalizar, decir que en nuestro día a día nos quejamos mucho y agradecemos poco, así que quiero dar MIL GRACIAS a todas las grandes personas que nos han acompañado y poner en valor el tremendo esfuerzo que ponen en su trabajo, del que en muchas ocasiones no somos conscientes.

Mª Asunción Rodríguez Fabra

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