Génova sitúa a Baleares como la región con más garantías de regresar al PP tras las elecciones de mayo

Los populares ven más difícil recuperar otras comunidades de arraigo socialista

Marga Prohens fue designada por Pablo Casado, pero Feijóo la considera su candidata favorita en la recuperación regional. | PP

Marga Prohens fue designada por Pablo Casado, pero Feijóo la considera su candidata favorita en la recuperación regional. | PP / Matías Vallés

Matías Vallés

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El PP estatal ha introducido la ley de las probabilidades en la guerra de percepciones sobre el desenlace de las autonómicas del 28 de mayo. A falta de datos concretos, Génova se ha basado en las clasificaciones deportivas para establecer el orden de las comunidades «donde más seguro es el gobierno» de los populares. El listado concede un papel descollante a Balears, a la cabeza de las regiones con más opciones de ser recuperadas, tras ocho años de Pacto de Progreso.

Sin necesidad de demasiados estudios al respecto, la comunidad de Madrid se sitúa como el bastión más seguro de los populares a raíz de sus sondeos internos. Tras la permanencia de Isabel Díaz Ayuso que dan por garantizada, la segunda región que Génova considera afianzada es Murcia, donde se asegura la segunda victoria de Fernando López Miras tras la desbandada que siguió a la fallida moción de censura socialista.

A continuación, Génova apuntalaba a La Rioja como plaza segura para derribar a la socialista Blanca Andreu. Sin embargo, una guerra interna con escisión entre los riojanos aminora sus bazas. Este incidente ha aupado a Marga Prohens como la apuesta más fiable según los populares, en las quinielas por desbancar a ejecutivos autónomos de izquierda. El 28M hay doce comunidades en disputa.

Pedro Sánchez despachó una pregunta sobre los sondeos de Génova con un despectivo «si hemos de hacer caso a las encuestas de los partidos». Sin embargo, la elevación de Balears por parte del PP como la comunidad más propicia a cambiar de Govern posee el aval suplementario de que no presume de una victoria generalizada de los populares. Para avalar que sus cálculos no parten de pretensiones fantasiosas, el partido dominante de la derecha relativiza sus opciones en la reconquista de regiones de tanta raigambre socialista como Asturias, Extremadura o Castilla-La Mancha. Sin figurar en la relación de feudos casi inexpugnables, tampoco la Comunidad Valenciana se da por ganada.

El valenciano Ximo Puig y Francina Armengol han vivido trayectorias paralelas durante estos últimos ocho años, desde la proximidad geográfica a la estructura económica, pasando por la geometría de las alianzas con Podemos y una fuerza de corte nacionalista, Compromís/Més. Pese al paralelismo de 2015 y 2019, el PP estatal considera que el Pacto balear se halla actualmente más erosionado que el Acuerdo del Botánico.

Las perspectivas diametralmente opuestas de Génova y de José Félix Tezanos, que visitó a Armengol en el Consolat para tranquilizarle de que navegaba viento en popa en las encuestas, confirma la tónica del CIS contra todos en que ha descarrilado la predicción de los comicios en 2023.

La clasificación de Génova traslada a Balears la tónica de una ventaja popular en todo el Estado, reclamada por la mayoría de encuestas. El agudo contraste entre la hiperactividad del Govern, comparada con la atonía de Marga Prohens, obliga a rehuir el espejismo de contemplar el 28M en clave exclusivamente autonómica, sin apreciar el estruendo de las corrientes de fondo.

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