Penalva y Subirán se defienden con graves acusaciones contra Carrau, Herranz y la cúpula policial

El exjuez y el exfiscal reclaman su absolución frente a los más de cien años de cárcel que reclama la Fiscalía para ellos

Manuel Penalva y Miguel Ángel Subirán, juez y fiscal durante la instrucción del caso Cursach. | B. RAMON

Manuel Penalva y Miguel Ángel Subirán, juez y fiscal durante la instrucción del caso Cursach. | B. RAMON / MARCOS OLLÉS. PALMA

Marcos Ollés

Marcos Ollés

El exjuez Manuel Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán se defienden atacando. En su escrito conjunto de defensa arremeten con dureza contra la investigación llevada a cabo sobre su actuación durante la instrucción del caso Cursach, lanzando graves acusaciones contra los fiscales Juan Carrau y Tomás Herranz y la cúpula de la Policía Nacional. Sostienen por un lado que los mensajes del grupo de WhatsApp en el que participaban -pieza clave de la causa contra ellos- fueron obtenidos de forma ilegal tras el espionaje irregular a varios periodistas; y por otro afirman que los informes policiales sobre sus actuaciones están plagadas de acusaciones falsas, manipulaciones y errores.

En un documento de cien páginas en el que reclaman su absolución, frente a las peticiones de más de cien años de prisión de la Fiscalía, arremeten especialmente contra el fiscal Tomás Herranz, que en el juicio del caso Cursach acabó retirando todos los cargos contra los acusados y pidiéndoles perdón entre lágrimas, encargado de la investigación contra Penalva, Subirán y el grupo de Blanqueo. El exjuez y el exfiscal reclaman que Herranz sea apartado de su caso y sostienen que su escrito de acusación contiene "datos inciertos" sobre los mensajes de WhatsApp y las supuestas filtraciones a los medios de comunicación. En este sentido, afirman que sobre las pesquisas contra ellos se han producido "filtraciones en tiempo real" sin que la Fiscalía haya tomado medidas. 

Penalva y Subirán insisten en reclamar la nulidad de las actuaciones al considerar que nacen del espionaje ilegal a periodistas para averiguar sus fuentes en el llamado Caso Móviles. Recuerdan que tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) han declarado nulas las incautaciones de los teléfonos y el rastreo de las llamadas de los periodistas.

También el fiscal Anticorrupción Juan Carrau sale malparado en el escrito de defensa. Penalva y Subirán le acusan de haber "torpedeado" la investigación del caso Cursach cuando empezaron a detectarse posibles implicaciones de los altos mandos de la Jefatura Superior de Policía de Balears. Ahí enmarcan la retirada de acusaciones contra los encausados en el juicio del caso Cursach, acusándole de haber vaciado de contenido el procedimiento junto a Herranz.

Los ataques se extienden también a los dos mandos policiales que elaboraron numerosos informes sobre la actuación de Penalva y Subirán, a los que acusan de haber manipulado las pesquisas y filtrado información al diario Última Hora.

El exjuez y el exfiscal apuntan también a las maniobras que se han llevado a cabo para que varias personas les denunciaran en falso y aseguran haber sufrido "constantes episodios de intimidación y persecución" durante la instrucción del caso Cursach. 

La Fiscalía Anticorrupción reclama durísimas condenas para Penalva, Subirán y cuatro antiguos agentes del grupo de Blanqueo de la Policía Nacional por las supuestas ilegalidades cometidas en las pesquisas del caso Cursach y el caso ORA. El ministerio público pide 118 años de cárcel para Penalva, 122 para Subirán y entre 80 y 111 años para los policías por un rosario de delitos de detención ilegal, prevaricación, obstrucción a la justicia y revelación de secretos. Anticorrupción sostiene que los seis encausados dieron información secreta o reservada de las pesquisas a periodistas, llevaron a cabo arrestos y encarcelamientos injustificados y presionaron a acusados y testigos. Además de las elevadas penas de cárcel, solicita que los investigadores indemnicen a 17 personas, dos de las cuales padecen «secuelas».