El Papa declara “venerable” a la poetisa Francisca Alcover de Sóller

Se inicia el proceso para que sea declarada santa: se le deben atribuir al menos dos milagros

Joan Mora

El papa Francisco ha aprobado este jueves la promulgación del decreto que reconoce las “virtudes heroicas” de la sollerica Francisca Aina Maria Alcover Morell, lo que supone dar el primer paso en el proceso de beatificación de la laica española que fue presidenta de la organización Acción Católica de Sóller. De esta manera, Alcover, que tiene dedicada una calle en su municipio natal, pasa a ostentar la categoría de venerable.

El papa firmó este decreto tras mantener una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de Santos, en la que también se reconocieron los decretos para otros procesos de beatificación. De esta manera, ahora se inicia el largo proceso para su beatificación que requerirá que la Santa Sede le reconozca un milagro. Para ser erigida como santa se necesitarán dos milagros que se le puedan atribuir, como explicó el historiador solleric Josep Morell.

Alcover, que nació el 19 de octubre de 1912 en Sóller, estudió hasta los 18 años en la escuela de las Escolapias de Sóller, “que marcaron profundamente su vida y aprendió aquellas materias a las que más se va dedicar”, según la biografía proporcionada por el Vaticano. De hecho, fue poetisa y escribió numerosos artículos periodísticos expresando en sus escritos y discursos la religiosidad que impregnaba su intensa actividad social, participando durante varios años en la vida de Acción Católica.

A partir de 1946 se dedicó al cuidado de sus padres, ancianos y enfermos, además de trabajar, ya que la situación económica familiar había sufrido enormes pérdidas y se dedicó "apasionadamente al apostolado entre los jóvenes". En 1951 aparecieron los primeros síntomas de un tumor cerebral que la privó paulatinamente de movimiento y visión hasta su muerte en 1954.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

"Venerable Siervo de Dios" es el título que se da a una persona muerta a quien se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica". Para que un venerable sea beatificado se necesita primero que se haya producido un milagro a causa de su intercesión y para que sea canonizado como santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

Francisca Alcover goza de una gran estimación en la feligresía de Sóller, tal y como explicó Josep Morell, que explicó que próximamente el obispo de Mallorca se desplazará a Sóller para hacer entrega del decreto papal, acto que podría culminar con una celebración religiosa.