BOULEVARD

Boulevard: Més le saca la lengua al PSOE castellano en las guerras médicas

Toni Nadal le suelta a una estupefacta Isabel Díaz Ayuso en una cuchipanda del PP que «los mallorquines somos medio catalanes»

Las dos columnas de pórfido rojo que enmarcan las puertas del baptisterio de Florencia fueron saqueadas en Mallorca.

Las dos columnas de pórfido rojo que enmarcan las puertas del baptisterio de Florencia fueron saqueadas en Mallorca.

Matías Vallés

Matías Vallés

Es injusto que la Obra Cultural coloque «al mismo nivel» a Francina Armengoly a Herr Kommandant Bauzá, en política lingüística. Recuerde dónde leyó antes que «ocho años de la nacionalista Armengol han dejado a Balears más castellanizada que cuatro años del españolísimo Bauzá», y sería injusto no reconocer el esfuerzo asimilador en curso. Salvo que alguien piense que la inerte Patricia Gómez va por libre al absolver a los sanitarios.

Preelectoralmente hablando, para Armengol solo hay algo peor que pasar por castellanista, y es pecar de catalanista. Ha cometido ambos crímenes en una misma semana, por culpa del IB-Salut que la ha enfurecido. Se han atrevido a burlar a la presidenta, pero el castigo se limitará a la postergación en las listas. Palomino y familia quedan más desacreditados que Mercedes Garrido, sube de nuevo el incólume Negueruela.

En cuanto a la cáscara de la polémica, no sé si han advertido en qué idioma está pergeñado este texto pecaminoso, aunque me apunto a la única frase histórica del obispo Francisco Salinas en Mallorca, «no hay bromas con la lengua de mi madre». Armengol ha perdido dos batallas por el mismo precio, la sanitaria y la lingüística. Desanima a sus suscriptores arraigados y enardece a las huestes madrileñas de Vox/PP, que al día siguiente de su reculada ya la satanizaban por independentista.

Armengol ha reanudado la táctica «ya os cansaréis de aullar», aplicada con éxito en el regalo millonario al Real Mallorca, el ‘caso Noostro’. Ha sido la segunda dádiva más políticamente corrupta de la actual legislatura y de varias de las anteriores, después de la minuta obscena de Antònia Font. La presidenta se ha caído en el pozo porque la covid contagió a los políticos de la prepotencia de que en realidad deciden sobre la vida de sus súbditos. Pobre gente.

Més le ha sacado la lengua al PSOE castellano en las guerras médicas, que incluían la ilegalidad flagrante de la exoneración masiva a cargo de los Palomino, más peligrosos de momento que los Prohens. El humilde tuitero Lluís Apesteguia intentó contactar con Armengol en Navidad sin éxito. El foner ecosoberanista ha abatido a los socialistas engreídos. Se proclama al fin líder de Més, tras su periodo de okupa del kargo de koordinador. En un par de años, el alcalde de Deià podrá reorientar al partido.

En el lenguaje preelectoral que es el único que debe preocuparnos, Apesteguia acaba de consolidar los números de Més el próximo mayo, cuando su partido ganará un escaño a escala balear. Al PSOE le convenía la cura de humildad, que redondeamos evocando una pregunta del último macrosondeo autonómico del CIS. Se formulaba así:

-¿Cómo calificaría usted la gestión realizada por el/la presidente/a de su comunidad autónoma durante el último año?

Con un 47 por ciento de aceptación, Armengol está por detrás de los gobernantes de Aragón, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja. Reside en la aurea mediocritas, y hablamos del laboratorio cómplice de Tezanos. Antes de votar, recuerden nuestro slogan preelectoral. «La izquierda no lo solucionará, la derecha lo empeorará».

Toni Nadal le suelta a una estupefacta Isabel Díaz Ayuso en una cuchipanda del PP que «los mallorquines somos medio catalanes». La audiencia castiza se queda tan congelada como la untuosa entrevistadora presidencial. El entrenador sonríe y aclara que se refiere al cuidado del dinero, «no a que seamos independentistas». Y emplea esta devoción monetaria para explicar que «mi sobrino Rafatenía el entrenador más barato del circuitos». Nuevos jadeos incrédulos de la parroquia, ante el manifiesto de que «aunque hable una lengua distinta, me siento español». No lo volverán a invitar.

Carlos García-Delgado no solo abarrotó el lunes la Fundación Juan March con «Palma, dos mil años de vida urbana», sino que su conferencia lleva ya 3.200 revisiones en Youtube. En la imagen que hoy nos ilustra, se observa el fenomenal baptisterio de la catedral de Florencia, sellado por la Puerta del Paraíso de Ghiberti. El arquitecto afincado en Palma recordó que las dos columnas de pórfido rojo, muy erosionadas y de desigual longitud, que enmarcan el pórtico fueron saqueadas por los pisanos en Madina Mayurka, y ofrecidas después a los florentinos. Deberían ser restituidas a su Mallorca original.

Reflexión dominical desparejada: «Creen que pareja abierta les convierte en deseables para todo el que no forme parte de la susodicha pareja».

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