Ciclo La mar a debat. Compromisos per a la protecció de la mar balear. Cap a una pesca sostenible

La pesca de Balears puede convertirse en la más sostenible del Mediterráneo con medidas de protección

Profesionales del sector debaten sobre el presente y el futuro de la actividad pesquera en un encuentro organizado por Fundación Marilles y el Club Diario de Mallorca

La moderadora de la mesa redonda, Sandra Espeja; el presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores (FBCP), Domingo Bonnín; la gerente de la Cofrafía de pescadores de Eivissa, Marga Serra; el jefe de Servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Pesca del Govern balear, Toni Grau y el presidente de la Alianza Española Recreativa Responsable, Bernadí Alba, durante la mesa redonda sobre la pesca sostenible en Balears que tuvo lugar el pasado miércoles en el club Diario de Mallorca.

La moderadora de la mesa redonda, Sandra Espeja; el presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores (FBCP), Domingo Bonnín; la gerente de la Cofrafía de pescadores de Eivissa, Marga Serra; el jefe de Servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Pesca del Govern balear, Toni Grau y el presidente de la Alianza Española Recreativa Responsable, Bernadí Alba, durante la mesa redonda sobre la pesca sostenible en Balears que tuvo lugar el pasado miércoles en el club Diario de Mallorca. / Guillem Bosch

Silvia Velert

Silvia Velert

La pesca de Balears puede convertirse en la más sostenible del Mediterráneo con la aplicación de una serie de medidas de protección. Esta es una de las principales conclusiones del debate Cap a una pesca sostenible, que tuvo lugar el pasado miércoles en el Club Diario de Mallorca.

Destacados profesionales del sector reflexionaron sobre el presente y el futuro de la actividad pesquera en un encuentro organizado por Fundación Marilles y el Club DM.

Este encuentro se enmarca dentro del ciclo La Mar a debat. Compromisos per a la protecció de la mar balear, una serie de coloquios sobre las soluciones y propuestas que diferentes sectores, implicados en la salud del mar, pueden aportar para su protección.  

Este primer debate contó con la participación de Aniol Esteban, director de la Fundación Marilles; Domingo Bonnín, presidente de la Federación Balear de Confraries de Pescadors (FBCP); Bernadí Alba, presidente de la Alianza Española Recreativa Responsable; Marga Serra, gerente de la Cofradía de pescadores de Eivissa y Toni Grau, jefe de servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Pesca del Govern balear. 

La directora de Diario de Mallorca, Marisa Goñi, inauguró el evento recordando que compartimos un mar del que depende nuestra vida por lo que no podemos dejar que pasen «situaciones inaceptables como que se descarte el 20 por ciento del pescado capturado por los bajos precios».

A continuación, Aniol Esteban abrió el debate, moderado por Sandra Espeja, de Fundación Marilles, con una ponencia en la que puso sobre la mesa diversas propuestas para conseguir que Balears se sitúe a la cabeza de la pesca sostenible en el Mediterráneo. Entre ellas destacó las siguientes: la necesidad de disponer de una información actualizada sobre el número de capturas; la elaboración de un plan de cogestión para mejorar el rendimiento; el incremento de las áreas marinas protegidas para, de este modo, llegar a alcanzar el objetivo 30x30 (un mínimo del 30 por ciento del mar protegido en 2030) y el 10 por ciento de las aguas altamente protegidas (No Take zona); repensar las cofradías de de pescadores para diversificar sus fuentes de ingresos; el aumento de la vigilancia y los controles efectivos; la limitación de las licencias de pesca recreativa; más cuota de pesca de atún para Balears; la reducción del impacto de la pesca sobre el tiburón y otras especies; la descarbonización con la instalación, por ejemplo, de motores eléctricos en las embarcaciones y la revalorización del producto balear con el diseño de nuevos modelos de comercialización y la certificación como producto local sostenible. 

Esteban expuso los principales datos del sector pesquero en las islas. Balears dispone de 300 embarcaciones lo que representa unas 3.000 toneladas de capturas anuales por un valor de unos 20 millones de euros anuales (sin incluir la inflación). Además, existen más de 49.000 licencias de pesca recreativa y en 2021 se calcula que se concedieron cerca de 5.800. En los últimos diez años las licencias recreativa se han duplicado mientras que las profesionales se han reducido. 

Oportunidades

El director de la Fundación Marilles recordó que la pesca «amenaza de manera directa sobre el hábitat marino por lo que se ha de regular y tomar medidas». Describió los principales puntos débiles de la actividad pesquera en Balears como el empleo de métodos no selectivos e inmaduros; la existencia de pocos planes de gestión; la escasa información sobre las capturas de la pesca recreativa; la pesca y la comercialización ilegal; la escasa descarbonización, el uso limitado de los fondos europeos y la falta de relevo generacional entre los pescadores.  

Pese a ello, argumentó que se abren múltiples oportunidades por la singularidad de este sector en el archipiélago con menos competencia y mayor demanda; la ampliación y mejora de las reservas marinas y la posibilidad de replicar el éxito de la protección de la llampuga a otras especies marinas.  

Apuestan por revalorizar 

la pesca balear como producto local sostenible 

La intervención de Esteban dio paso a un debate en el que se trataron todos los aspectos que afectan al sector pesquero balear.

En representación de los pescadores, Domingo Bonnín, lamentó «la falta de protección del pescador». «Es injusto hacer recaer a los profesionales de la pesca todos los males del mar», señaló al mismo tiempo que recordó que es una profesión «en peligro porque no hay relevo generacional y si desaparece ese capital humano será irrecuperable».

Entretanto, la bióloga Marga Serra apostó por un «replanteamiento del sistema de consumo» que no priorice el precio más bajo a la calidad y promueva las empresas pequeñas. «Las capturas de pescado en las islas solo llegan a cubrir un 10 por ciento de la demanda y tenemos que cuidar a nuestros profesionales». 

Por su parte, Toni Grau, como representante del Govern balear, manifestó que los pescadores de las islas «son necesarios para consumir pescado de calidad de aquí». Bernadí Alba, en representación de la pesca recreativa, recordó que solo una pequeña parte de las licencias de las embarcaciones recreativas salen al mar y que los propietarios también pagan facturas. 

Uno de los temas que centraron el coloquio fue la dificultad para la recogida de datos sobre la actividad pesquera. En este sentido, Domingo Bonnín lamentó el exceso de burocracia. «Hay que poner en valor la profesión. En la actualidad nuestro sector no es atractivo». Toni Grau explicó que la dificultad radica no tanto en recoger los datos como en su tratamiento: «Resulta muy complicado disponer de datos del sector náutico». 

Bernadí Alba añadió que el sistema no está preparado para procesar todos los datos «lo que obliga a los propios pescadores recreativos a costear ese procesamiento». Marga Serra afirmó que desde la Cofradía de pescadores de Eivissa trabajan conjuntamente con la UIB lo que ha supuesto una mejora en la recolección de información. Otro de los problemas a los que se enfrenta la actividad pesquera es la falta de recursos para controlar la pesca ilegal en las aguas baleares. 

La pesca ilegal

Toni Grau, como jefe de Servicio de Recursos Marinos, explicó que es difícil el control de la pesca ilegal si no se produce una denuncia previa. Marga Serra mantuvo que existe una demanda de pescado muy elevada en las islas y en ocasiones algunos restaurantes recurren al pescado ilegal. «Deben entender que esa forma de actuar puede provocar un problema de seguridad alimentaria», añadió. Domingo Bonnín reclamó que los inspectores «hagan su trabajo porque los pescadores formamos parte de una empresa pequeña que se preocupa por sacar su trabajo adelante».

Para Bernadí Alba, «el problema del mar viene de la tierra. La solución a la pesca ilegal es aumentar las inspecciones».

Balears se ha convertido en un referente en reservas marinas y en cuotas de pesca 

Las Illes Baleares son pioneras en la puesta en marcha de las áreas marinas protegidas. Los ponentes de la mesa redonda reflexionaron sobre si es posible aumentar las zonas altamente protegidas. Domingo Bonnín recordó que las Balears fueron impulsoras de las primeras reservas en los años ochenta. «Hay que poner en valor este aspecto para promover el sector pesquero balear». Toni Grau aseguró que la Red de Reservas Marinas de Baleares es innovadora en nuestro país. 

Marga Serra señaló que la Cofradía de Eivissa ha solicitado la ampliación de las reservas porque existe una demanda. «Las que existen funcionan y debemos tener la capacidad de gestionarlas de manera correcta», precisó. Por su parte, Bernadí Alba lamentó que a la hora de legislar sobre las reservas «los organismos locales tienen las manos atadas».  

Las cuotas de pesca de atún rojo establecidas para las islas fue otro de los puntos de debate en el coloquio sobre la pesca sostenible. Toni Grau recordó que hace veinte años esta especie estaba en peligro de extinción. «Las cuotas son una historia de éxito», reseñó.

Bernadí Alba lamentó la «incomprensión» del gobierno central: «Madrid piensa más en la pesca industrial que en la artesanal». Domingo Bonnín coincidió con Alba al asegurar que el gobierno central «protege a los grandes y penaliza a los pequeños». «El atún rojo se ha recuperado muy bien con las cuotas pero considero que poder incrementarlas es una utopía», matizó. Los asistentes tuvieron la posibilidad de participar en una encuesta sobre sus propuestas para avanzar hacia una pesca sostenible.