Caso Dani Alves: El protocolo que aplican discotecas en Mallorca para proteger a las mujeres

Los locales de ocio nocturno disponen de protocolos de seguridad frente al acoso que en el caso de los gigantes del sector incluyen un despliegue de vigilantes y cámaras de vídeo

Las discotecas cuentan con protocolos de seguridad para proteger a las mujeres.

Las discotecas cuentan con protocolos de seguridad para proteger a las mujeres. / Europa Press

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La protección de las mujeres ante situaciones de acoso es una prioridad para los establecimientos del ocio nocturno mallorquín «porque en ello nos va nuestro prestigio y la lealtad de la clientela», afirma un representante del sector. Los dispositivos de cada negocio tienen mucho que ver con su tamaño, pero en todos existen instrucciones para actuar ante este tipo de situaciones, que en el caso de los gigantes se incluye desde vigilancia en los baños hasta la existencia de cámaras de vídeo por si los cuerpos de seguridad necesitan visionar esas imágenes.

Lógicamente, los locales más pequeños solo disponen del personal de control en la entrada y de los trabajadores del establecimiento para actuar en el caso de que se detecte un caso de violencia contra una mujer y dar apoyo a la posible víctima. La ventaja con la que cuentan es que en espacios más reducidos resulta mucho más fácil detectar que se produce alguna de estas situaciones.

Pero cuando el aforo de las instalaciones permite albergar a 3.000 personas, como sucede con BCM, las cosas resultan más complicadas. Su director, Jaime Lladó, pone de relieve que en las noches de lleno se llega a contar hasta con 16 personas dedicadas a la seguridad, entre trabajadores propios y de la empresa contratada como refuerzo, todos ellos hombres excepto una mujer por si a la víctima le resulta más cómodo evitar contar el incidente a un varón.

Ese personal está desplegado, convenientemente identificado para que sea fácil de localizar y recurrir a él, tanto por la zona general como por los espacios VIP, e incluso hay un vigilante en cada baño para evitar que hombres entren en el de las mujeres y viceversa. En este aspecto, Lladó señala que una situación como la denunciada en la sala Sutton en relación al futbolista Dani Alves jamás hubiera podido suceder en la BCM.

Diferentes protocolos

Los protocolos de seguridad en estas instalaciones se aplican tanto cuando un hombre molesta o acosa a una mujer, con la intervención del personal de seguridad e invitando al varón a alejarse de la afectada, o incluso a abandonar el establecimiento si su comportamiento ha sido grave, como cuando se comprueba que una clienta se encuentra en mal estado y con señales de que no controla su actividad (este punto alcanzó relevancia tras las denuncias de pinchazos para inocularles alguna sustancia), ya que en estas situaciones se comprueba quién la acompaña y, si hay alguna sospecha, se la mantiene en el local y se llama a algún cuerpo de seguridad. Para ello, se dispone de los servicios de un guardia jurado, que sí tiene autoridad para fijar la retención de alguien.

Un aspecto destacado por Lladó es la importancia que los controles tienen en las entradas, para limitar el riesgo de incidentes en el interior, como a la salida, para asegurarse que nadie abandona el lugar en mal estado.

En caso de que se produzca alguna denuncia por una agresión grave, se dispone también de cámaras cuyas imágenes son guardadas durante 20 días por si las requiere la Guardia Civil o la Policía.

En este sentido, el director de BCM pone en valor que su jefe de seguridad lleve 20 años en la empresa, al igual que la dilatada experiencia de una parte del personal de vigilancia, a la hora de controlar situaciones irregulares.

Lladó reconoce que todo este despliegue de medios se explica por el tamaño de BCM, pero opina que la seguridad de las mujeres es una prioridad en el conjunto del sector y que «todos nos hemos puesto el mono de trabajo en esta materia».

'Pregunta por Angela'

El protocolo ‘Pregunta por Angela’, consistente en que la mujer se acerque a la barra del local para preguntar por alguien con ese nombre como clave para advertir de que está siendo víctima del acoso de un hombre, no se aplica en Mallorca, pese a su implantación en otros países, según se señala desde la patronal del ocio nocturno ABONE, al considerar que los que ya están en funcionamiento están siendo adecuados. En cualquier caso, se asegura que todos los establecimientos del sector disponen de medidas para afrontar estas situaciones, al tiempo que se ha impartido formación a los trabajadores de estos locales sobre la materia. 

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