Baleares y el turismo del futuro

Reservar una habitación mientras que un gemelo digital la visita en 3D, registrarse a través de una máquina al llegar o contar con un robot capaz de identificar las emociones, la Feria Internacional de Turismo (Fitur), clausurada ayer, ha mostrado cómo será el turismo de la mano de la tecnología y la digitalización. Destinos como Baleares, Andalucía o la Comunidad Valenciana se han sumado a estas experiencias inmersivas para mostrar toda su oferta y que los viajeros puedan visitar a través de pantallas, gafas de realidad virtual y en 360 grados, lugares como Palma.

Tampoco faltan los robots como el de la Comunidad de Madrid, que además de diseñar planes por la ciudad baila chotis y estos días ha cambiado la oficina de la Plaza Mayor por el pabellón número 10 de Ifema, o el de Corea, que en el pabellón seis no duda en hacerse fotos con todo aquel que se lo pide. Todo en unos pasillos de Fitur donde las gafas de realidad virtual se han convertido en el mejor ejemplo de que turismo y tecnología van más de la mano que nunca.

Más allá de las gafas de realidad virtual -accesorio imprescindible esta semana en los pabellones del recinto ferial de IFEMA donde hasta ayer se celebró Fitur-, el sector turístico ha mantenido la apuesta por la digitalización que se vio acelerada por la pandemia, pero que se ha consolidado durante esta 43 edición.

De hecho, tan solo hace falta darse una vuelta por el pabellón numero ocho, en donde se sitúa el espacio Travel Technology, para percatarse de que el sector se está tomando muy en serio la digitalización. En este lugar se aglutinan más de sesenta proveedores de tecnología y soluciones innovadoras para la gestión turística.