Tensiones sindicales: Los jefes de UGT y CCOO dicen «basta» y paran su guerra en Baleares

Los secretarios generales en las islas de ambas organizaciones acuerdan poner fin a los ataques mutuos y pactar unas reglas de convivencia que eviten enfrentamientos públicos

Cabecera de la manifestación del pasado 1 de Mayo, con Navarro y García en el centro.

Cabecera de la manifestación del pasado 1 de Mayo, con Navarro y García en el centro. / MANU MIELNIEZUK

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

«Basta». Esa es la instrucción que los secretarios generales de UGT y CCOO en Baleares, Lorenzo Navarro y José Luis García respectivamente, han dado a sus responsables sectoriales para que se ponga fin a la guerra que durante los últimos días se ha mantenido desde ambas organizaciones y que ha puesto en peligro la unidad sindical. Los dos responsables han acordado firmar la paz (se escenificará en la reunión que la semana que viene ha convocado con ellos el conseller de Trabajo, Iago Negueruela) y fijar unas reglas de convivencia que eviten nuevos enfrentamientos públicos como los que se han mantenido durante los últimos días. Entre los objetivos está el llegar al próximo Primero de Mayo habiendo cerrado todas las heridas que se han abierto durante la negociación del convenio de Hostelería y recuperar la imagen de unidad, algo que además se quiere mantener frente a las elecciones autonómicas previstas para finales de ese mes para mostrar su respaldo a las formaciones progresistas.

Lo primero que ambos dejan claro es la buena relación que hay entre ellos y alaban mutuamente su talante dialogante. Y a continuación, los dos coinciden en que ha llegado el momento de «enterrar el hacha de guerra», en palabras de Navarro.

Los dos reconocen que las tensiones durante la negociación de convenios o en el marco de unas elecciones sindicales son inevitables, pero el acuerdo que se quiere alcanzar se centra en que éstas no trasciendan, como ha venido sucediendo en la mayoría de los casos. A ello se suma la propuesta de García para que ante cualquier mediación por parte de un tercero, como en el caso del Govern, deban estar presentes representantes de los dos sindicatos por tratarse de los que disponen de una mayor representatividad, sobre la que Navarro ya adelanta su conformidad.

«Los sindicatos de clase tenemos que estar unidos, porque así conseguimos más cosas», pone de relieve el dirigente de UGT, una afirmación compartida por su homólogo en CCOO, que destaca que de esta forma «tenemos más capacidad de presión».

Lo primero que Lorenzo Navarro quiere dejar claro es que UGT sí quería que CCOO estuviera presente en el preacuerdo definitivo, explicación que también le sirve para reivindicar el papel jugado por el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, como mediador.

Durante las reuniones que UGT y las federaciones hoteleras de las islas mantuvieron el pasado viernes en la sede de la Conselleria «hubo un momento en el que la negociación estaba rota y nosotros ya nos íbamos a marchar», reconoce, al resultar evidente que no había forma de acercar posturas para prorrogar el convenio durante tres años.

«Cabezonería» del conseller

«Fue la cabezonería del conseller Negueruela, que no se rindió, el que le llevó a proponer un pacto a dos años con la subida salarial del 8,5% que finalmente fue aceptada por ambas partes. Al ver que el acuerdo era posible, José García Relucio (máximo responsable de UGT-Hostelería) indicó que había que llamar a CCOO para que también participara», asegura Navarro.

Es en este punto cuando José Luis García defiende que su sindicato debía de haber participado «desde el minuto uno», una ausencia sobre la que insiste que «no debe de volver a suceder».

Para evitar nuevos «malentendidos», ambos responsables sindicales coinciden en que es posible llegar a un pacto en esta materia y evitar así que se reproduzcan enfrentamientos del calibre de los que se han registrado durante esta semana. «Lorenzo Navarro tiene mucha capacidad de diálogo y tiene asumida la necesidad de mantener la unidad, por lo que no será difícil llegar a un acuerdo», valora el representante de CCOO. El cumplido circula en las dos direcciones.

Pese a las críticas que José Luis García ha lanzado contra Iago Negueruela en torno a la exclusión de su sindicato durante la negociación del pasado viernes, también pone en valor su papel. «Siempre intenta ayudar con sus mediaciones entre patronales y sindicatos, y hay que agradecerle el esfuerzo que hace en favor del diálogo social, al igual que a la presidenta Francina Armengol, que ha entendido la importancia que tiene y ha recogido muchas de nuestras peticiones».

Por ello, se apunta la necesidad de superar las tensiones «y pasar página, porque la unidad sindical es buena para los trabajadores, para el empleo, para la economía y para Balears», defiende Navarro.

Además, insisten en que yendo juntos pueden convencer a los ciudadanos de las islas de que «vamos a ir a por todas para defender sus intereses», algo que se quiere poner de relieve durante el próximo 1 de Mayo, según destaca José Luis García.

Respaldo político

Esa unidad sindical pretende servir también para posicionarse en favor de las fuerzas políticas que componen el actual Govern durante las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, según admiten ambos secretarios generales.

El dirigente de CCOO reconoce las numerosas coincidencias que hay entre ambas partes, y su homólogo en UGT recuerda las medidas adoptadas en favor de los trabajadores y la reactivación económica que ha posibilitado la buena gestión del Ejecutivo de Armengol durante la pandemia, acordada con los agentes sociales.

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