SANIDAD

Ginecólogos de Mallorca piden respeto a la autonomía de las que deciden abortar

«Cuando una mujer solicita interrumpir su embarazo ya lo tiene claro», cree la coordinadora de Salud y Género del IB-Salut - Algún experto ve que se busca un rédito político a «una declaración totalmente desafortunada»

I. Olaizola

I. Olaizola

Rechazo total, sin fisuras, de los ginecólogos de Mallorca al intento de la formación política Vox de imponer un protocolo antiabortista en la comunidad de Castilla y León con medidas tan esperpénticas como requerir a sus médicos que obliguen a las solicitantes de una interrupción voluntaria del embarazo a escuchar los latidos fetales u ofrecerles la posibilidad de contemplar una ecografía en 4D del nonato con claros fines disuasorios.

Carmen Reyero, coordinadora de Salud y Género del Servei de Salut que compagina esta tarea con su trabajo asistencial como ginecóloga en el hospital de Son Llàtzer, revela que la legislación actual, la ley de 2010 de Salud Sexual y Reproductiva, ya contempla que a toda solicitante de una interrupción voluntaria del embarazo (en adelante IVE) se le facilite información sobre el proceso así como de las ayudas de las que se beneficiaría en caso de cambiar de opinión y decidir seguir adelante con la gestación.

Tres días de reflexión

«En el momento de solicitarlo, se le entrega un sobre con toda la información y se le dejan tres días para que reflexione antes de volver a citarla en el hospital», revela la doctora Reyero anticipando que la nueva ley del aborto que se está elaborando en estos momentos contempla eliminar este requisito de los 3 días de reflexión.

«Cuando una mujer solicita una IVE ya tiene la decisión tomada. No necesita que el clínico le haga escuchar los latidos del corazón ni que le muestre una ecografía en 4D. Es inaceptable que a nivel político obliguen al sanitario a realizar estas cosas», deja clara su postura.

«Mi opinión como coordinadora», continúa, «es que acciones como esta vulneran los derechos de la mujer. En una decisión de este calado, que no es nada agradable, lo que necesita es que la acompañen de la mejor manera y que, por ejemplo, le recomienden el método anticonceptivo más adecuado para que una situación tan desagradable no se vuelva a repetir», contrapone.

Josep Lluís Vidal es un ginécologo a punto de jubilarse que ha desarrollado su carrera a caballo entre la sanidad pública y la privada. En la actualidad preside la Sociedad Balear de Ginecología y Obstetricia, cargo que ya ostenta desde hace 11 años, los últimos de ellos confiando en que llegue el relevo.

Interrupciones voluntarias del embarazo en Baleares en 2021

Interrupciones voluntarias del embarazo en Baleares en 2021 / Fuente: Direcció general Salut Pública i Participació / DdM

«La ley está muy clara y se han pasado. Se pueden resolver las dudas que la paciente tenga a la hora de someterse a una interrupción del embarazo o informarle de las ayudas de las que podría beneficiarse, pero lo de los latidos y la ecografía son tonterías, unas declaraciones fuera de tiesto», interpreta.

«Hay que respetar la autonomía del paciente porque detrás de su decisión puede haber diversos motivos y todos ellos deben ser respetados», sostiene el doctor Vidal deplorando todo intento de dirigir la Medicina.

Sí concede el presidente de la sociedad científica de esta especialidad que atención en estos casos debe ser fluida y rápida y que las mujeres deben disponer de toda la información relevante tanto sobre el proceso clínico como de las ayudas de que dispondrían.

También admite que entre los 150 ginecólogos que ejercen en esta comunidad autónoma pueden existir opiniones divergentes y concluye considerando también que la actitud del Gobierno central ( ayer mismo envió un requerimiento al Gobierno regional para evitar que se adopte en Castilla y León cualquier actuación que limite la ley del aborto) «busca un rédito político y electoral a una declaración totalmente desafortunada y fuera de tiesto».

El doctor Agustín Hernández es el jefe del servicio de Ginecología en el hospital comarcal de Inca y, en su opinión, la actuación de Vox en Castilla y León al intentar imponer un protocolo de cariz antiabortista en esa comunidad autónoma «es una medida claramente coercitiva. Si una paciente nos pide ver la ecografía o escuchar los latidos del corazón, por supuesto que se lo facilitamos. Nuestro deber es ayudarlas en todo lo que nos soliciten».

La ley orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva, recuerda este profesional, está aún vigente pese a que esta elaborándose otra norma con modificaciones. Entre las modificaciones previstas está la creación de un registro de médicos contrarios a realizar estas intervenciones.

«Cuando vienen a nuestras consultas les preguntamos si están tranquilas y han tomado la decisión libremente. Y solo necesitamos preguntárselo una vez. Algunas intentan explicarnos los motivos de su decisión y les tenemos que aclarar que no tienen por qué dárnoslos. Tan solo tenemos que sabe de cuántas semanas está embarazada la paciente», concluye el doctor Hernández.

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