Los trastornos mentales graves, mejor en tu casa

El equipo de hospitalización a domicilio de Son Espases ha atendido en dos años a 223 pacientes

El coordinador de Salud Mental, Lafau, junto al psiquiatra Jesús Sánchez y a la enfermera Martos.

El coordinador de Salud Mental, Lafau, junto al psiquiatra Jesús Sánchez y a la enfermera Martos. / SERVEI DE SALUT

I. Olaizola

I. Olaizola

Los dos miembros del equipo de hospitalización a domicilio del servicio de Psiquiatría de Son Espases, el psiquiatra Jesús Sánchez y la enfermera especialista en Salud Mental Rosalía Martos, pueden hablar con el bagaje que les ha dado haber cumplido ya dos años atendiendo en sus hogares a 223 pacientes desde que esta nueva modalidad asistencial se implantó en la especialidad, en noviembre de 2020.

Acompañados por el coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau, matizan que este tipo de modalidad asistencial domiciliaria está restringida a los trastornos mentales graves como los psicóticos, la bipolaridad así como las depresiones más profundas e inabordables.

«El ingreso medio de estos pacientes (el promedio de tiempo que permanecen asistidos en sus domicilios) es de dos o tres semanas. Les solemos visitar cada dos o tres días o, si no podemos hacerlo, les llamamos por teléfono para evaluar su estado», comienza Jesús Sánchez.

Este equipo formado por estos dos sanitarios puede atender a un máximo de diez pacientes en sus casas y realizan presencialmente entre tres y cuatro visitas cada día en función de la ubicación de cada uno de los domicilios a los que deben acudir.

El hospital de Son Espases cuenta con 28 plazas en su propio servicio de Psiquiatría a las que hay que añadir estas diez más de hospitalización domiciliaria. «Son suficientes», zanja Lafau aún admitiendo que en estos momentos están «tensionados» porque las obras que se acometen en el hospital de Manacor está obligando al centro comarcal a derivarles pacientes. Son Espases atiende a un total de 325.000 personas del sector de Ponent de Mallorca.

En dos años, en todas las islas

«El objetivo es que en los próximos dos años todas las gerencias de la comunidad dispongan de un equipo similar», apunta Lafau revelando que todos los jefes de los servicios de Psiquiatría de los hospitales se los están reclamando.

«Todo son ventajas porque no solo humaniza la hospitalización de las personas con estos trastornos mentales graves, si no que también libera camas en los hospitales de agudos», glosa sus beneficios el coordinador.

Los equipos que se montarán en el resto de hospitales públicos estarán formados también por un psiquiatra y una enfermera especialista pero el número máximo de pacientes que atenderán se dimensionará al número de ciudadanos adscritos a cada centro. Así, mientras los comarcales de Inca y Manacor junto a los hospitales de Can Misses y Mateu Orfila ofrecerán un máximo de cinco plazas de hospitalización domiciliaria, Son Llàtzer podrá atender hasta siete pacientes.

No es un criterio de exclusión para esta hospitalización que el paciente viva solo, pero se valora que dispongan de un soporte externo familiar. «La única condición es que las condiciones del domicilio superen a las del hospital», apunta Sánchez. Esto es, no puede tratarse de una persona sin hogar o con uno muy precario. Tampoco son tributarios de esta atención domiciliaria pacientes con problemas de alcoholismo o adicción a otras sustancias así como aquellos que padecen trastornos de la conducta alimentaria para los que ya existe una unidad específica, detallan los expertos.

Las ventajas de esta atención domiciliaria frente a una hospitalización convencional en una unidad de Psiquiatría son evidentes: «Mayor accesibilidad, no estar encerrado con llave en un espacio limitado en el que hay que seguir una reglas muy rígidas en unos estrictos horarios. Al disfrutar de una mayor autonomía personal, el paciente tiene menos recaídas y es más feliz», concluyen todos.

«Si detectamos riesgos de suicidio, los derivamos inmediatamente al hospital», apunta el psiquiatra del equipo revelando que por esta u otras causas entre el 10% y el 15% de los pacientes tratados hasta el momento han tenido que volver al centro sanitario.

Pero, por norma general, los beneficios de esta atención domiciliaria superan a las desventajas. «No intentamos variar las costumbres caseras de cada paciente porque hemos comprobado que al mostrarnos asertivos y respetuosos con ellos, mejoran los resultados», concluyen.

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