Especulación en 'fora vila'

“Pollença fue pionera en transformar sus casas de campo en chalés para alquiler vacacional”

La investigadora predoctoral en Geografía de la UIB, Nora Müller, ha estudiado la tradición del alquiler turístico en las fincas rústicas pollencines

Pollença.

Pollença.

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

 Nora Müller realizó un estudio cualitativo sobre el alquiler vacacional en Pollença, “un municipio pionero en esta práctica en Baleares”. El artículo publicado en una revista científica se titula Short-term rentals and the rentier growth coalition in Pollença y lo firma junto a Ivan Murray y Macià Blázquez, ambos profesores de Geografía de la UIB.

“En los años 80 los pollencins ya empezaron a alquilar sus segundas residencias como alquiler vacacional. En Alcúdia y Cala Millor también se hacía, pero eran apartamentos. En Pollença eran casas. Casi todas ellas resultaron de transformaciones de construcciones de campo, donde el safareig se convirtió en una piscina y el campo de tomates en césped”, relata. “Muchas de estas ampliaciones se hicieron sin permiso urbanístico”, indica. “Se sacó un gran provecho de estas ampliaciones ilegales, comenta. “De hecho, se usó como elemento de coacción por parte de políticos para conseguir votos. Se amenazaba con denunciar a los propietarios si no comprometían su apoyo”, explica Müller tras su investigación y entrevistas en el pueblo.

“La práctica de tener una casa de campo vacacional estaba muy extendida en Pollença. Y con la llegada de Airbnb se incrementó la oferta. Tener esa casa y sacarle un rendimiento era una manera de mantener el estatus social. Ese tipo de alquiler les ayudaba a mantener sus fincas, es decir, su poder territorial”, explica la investigadora predoctoral de la UIB. El fenómeno se ha ido extendiendo velozmente por las fincas rústicas de toda Mallorca.

“Hay casos de casas vacacionales en todo el municipio pollencí, muchas de ellas ya existentes antes de Airbnb. E incluso existía una cierta profesionalización que es anterior a la llegada de las plataformas, que facilitaron después el negocio. Además mucha de la oferta ya era legal, lo que era ilegal son las construcciones”, subraya.