El Real Club Náutico de Palma solicita una autorización temporal para poder seguir en sus instalaciones en 2023

La asamblea de la entidad vive momentos de tensión por la incertidumbre que pesa sobre el futuro de la institución, cuyo contrato expira el 31 de diciembre - La concesión de la autorización provisional de ocupación supondría un aumento de las tasas de un millón de euros

Miguel Vicens

Miguel Vicens

El Real Club Náutico de Palma, cuyo contrato público finaliza el próximo 31 de diciembre, ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Baleares una autorización de ocupación temporal de sus instalaciones por un periodo de tres años.

Esta medida, que ayer se comunicó a los socios durante la celebración de la asamblea, garantizaría la continuidad del club y de sus actividades mientras se resuelve su futuro, pero a cambio supondría también un importante aumento de las tasas que pagan los socios, alrededor de un millón de euros, lo que causó una gran contestación de los mismos durante la celebración de la mencionada asamblea.

Ante la expiración en 15 días del contrato de gestión del Náutico, la petición de una autorización temporal de ocupación de sus instalaciones en una solución provisional mientras la Autoridad Portuaria resuelve la continuidad del histórico club, ya sea concediéndole una prórroga con carácter retroactivo para que pueda optar a la ampliación de la concesión o convocando un concurso abierto a otras empresas para adjudicar de nuevo la concesión.

Tras un año y ocho meses de incertidumbre, el pasado mes de noviembre la Autoridad Portuaria abrió por primera vez la puerta a la continuidad del Real Club Náutico de Palma con la aceptación a trámite de una solicitud para que le sea otorgada al club una concesión de 30 años con carácter retroactivo, desde 1992 hasta el 31 de diciembre de este año, lo que, en el caso de ser aceptada finalmente, le permitiría continuar con los procedimientos de ampliación del plazo para conservar sus instalaciones y seguir desarrollando su labor deportiva y social, al tiempo que el organismo portuario abriría un periodo de alegaciones sobre la petición realizada por el club.

Los servicios jurídicos del club, dirigidos por Carlos Gil de las Heras, iniciaron esta via basándose en el informe del Consejo de Estado sobre la situación del Real Club Náutico emitido el pasado mes de julio, en el que, pese a negar que los contratos de servicios puedan equipararse a una concesión administrativa, achaca a la Autoridad Portuaria la situación de “precariedad” en la que se encontraba desde el año 2003, cuando el organismo portuario debió completar la transformación de contrato de servicios del club mediante el otorgamiento de una concesión demanial al producirse la modificación de la Ley de Puertos de ese mismo año.

La asamblea del Náutico de Palma aprobó el presupuesto de 2023, vivió entre los socios momentos de críticas por la situación de incertidumbre que todavía pesa sobre el futuro del club y dejó para la asamblea extraordinaria del próximo 29 de diciembre la aprobación del incremento de tasas que supondría la concesión de una autorización de ocupación temporal de sus instalaciones por un periodo de tres años

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