Bauzá de Arabia

José Ramón Bauzá con el embajador de Qatar en Bruselas.

José Ramón Bauzá con el embajador de Qatar en Bruselas. / Embajada de Qatar

Matías Vallés

Matías Vallés

El único eurodiputado libre de toda sospecha de haber cobrado de Qatar no solo es mallorquín, sino que se llama José Ramón Bauzá. Nadie lo ha acusado por sus hechos, pero su defensa de los logros democráticos del emirato era más radical que el incienso derramado previo pago por la trama progresista de la cámara. No hay nada en los discursos de la desterrada vicepresidenta Eva Kaili que no figure en la prosa del expresident de Balears, que le añadía una ración de énfasis y encima lo hacía gratis. Suena injusto, cualquier que sea la valoración moral del comportamiento.

Otra casualidad más, en la biografía de aquel residente en el Consolat que vivió siempre al filo. Consiguió simultanear su farmacia por tres jueces a dos, administraba su vinoteca privada desde su cargo público, intentó venderle el negocio al empresario al que había colocado al frente de IB3, se compró un piso por encima de las posibilidades de su sueldo presidencial.

Bauzá se escuda en que siempre viajó a Qatar "con invitación oficial", pero un regalo tan voluminoso implica una transacción económica. No desmiente los agasajos y, además de las fotos exóticas, reluce la estampa de un pleno muy reciente del Europarlamento. El expresident desgrana las conquistas en derechos humanos de Qatar, o evoca al descuartizador Mohamed bin Salman, ante la mirada atenta y vigilante de la dignataria que preside el debate, Eva Kaili. Sería fácil concluir que la socialista griega le mueve los hilos, pero puede tratarse de una ilusión óptica.

Bauzá está siempre en todo, pero nunca sabe nada. En el mundo hay dos centenares de países, pero eligió para el hermanamiento con su Grupo de Amistad al más rico, Qatar. Así surge el mito de Bauzá de Arabia, el libertador, el único europeo que no le pidió dinero al jeque qatarí pero también el único capaz de endosarle una vinoteca. Soñó con ser presidente del Gobierno que ya repartía ministerios, ha acabado de emir a título honorífico.