BOULEVARD

La fiscalía solo pide perdón llorando a los magnates

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los ciudadanos que tendrán que pagar indemnizaciones por culpa del pésimo trabajo llevado a cabo por la fiscalía en el caso Cursach? (No son magnates)

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los jóvenes a quienes solicitó 30 años por arrojar confeti y que ni siquiera estaban allí?

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los jóvenes a quienes solicitó 30 años por arrojar confeti y que ni siquiera estaban allí? / ARRAN

Matías Vallés

Matías Vallés

Quien antes de empezar el juicio hubiera publicado los titulares esperpénticos «La fiscalía pedirá perdón llorando a Cursach», o «Cursach acabará ovacionando a la fiscalía», habría tenido problemas judiciales. Una vez cumplidas ambas premisas igualmente chuscas, queda únicamente por demostrar que el misterio público solo derrama lágrimas cuando fracasa estrepitosamente al acusar a magnates:

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los ciudadanos que tendrán que pagar indemnizaciones por culpa del pésimo trabajo llevado a cabo por la fiscalía? (Los ciudadanos no son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los doce jóvenes independentistas que arrojaron confeti contra el turismo, y para quienes solicitaba treinta años de cárcel que fueron reducidos a cero por la Audiencia, cuando diez de ellos ni siquiera estaban en el lugar de los hechos? (Los independentistas no son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando por haber mantenido su acusación contra los jóvenes independentistas absueltos hasta el final del proceso, en vez de retirarse a las bravas como en el caso Cursach? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a estos jóvenes que vivieron los cinco años más importantes de sus vidas bajo la amenaza de la cárcel, sin haber participado siquiera en unos hechos que tampoco eran delictivos? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a la mujer cubana en claro estado de desequilibrio mental a la que encarceló por incomodar al culto católico, cuando en realidad era una víctima que fue lógicamente absuelta sin que el ministerio público retirara sus cargos? (No es una magnate).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los 166 presos preventivos a quienes mantiene ahora mismo con su visado en la cárcel de Palma, cuando estadísticamente un porcentaje de ellos serán absueltos por falta de pruebas? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los testigos del caso Cursach que sufrieron agresiones revalidadas por el Supremo, y a quienes ahora ha revictimizado con sus lágrimas? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los jueces del Supremo que han revalidado condenas por agresiones a testigos del caso Cursach, y a quienes ahora descalifica con sus lágrimas? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los jueces mallorquines que han condenado a Cursach en dos causas menores ligadas al caso, por haber desacreditado su trabajo entre lágrimas al hablar de «fracaso de la Justicia»? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los jueces y juezas de la Audiencia que encarcelaron a los acusados y que fijaron una fianza millonaria para Cursach, a quienes se extiende el «fracaso» y a los que tiene muy cerca en el propio tribunal? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los cuatro jueces instructores del caso Cursach, que curiosamente no se llaman todos Penalva y que en ningún caso detuvieron la investigación? (No son magnates).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando al juez que abrió el juicio oral del caso Cursach, a quien ha desacreditado y que curiosamente tampoco se llama Penalva? (No es un magnate).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando al segundo fiscal más activo en el caso Cursach, que curiosamente se sentaba en estrados y que había firmado miles de folios acusatorios ahora desacreditados contra los procesados? (No es un magnate).

¿Pedirá perdón llorando la fiscalía a la magistrada Carmen Lamela, que mantuvo dos años en prisión preventiva a Sandro Rosell antes de que fuera absuelto con todos los pronunciamientos favorables por la Audiencia Nacional, y que fue premiada con un ascenso al Tribunal Supremo? (No es una magnate).

¿Pedirá perdón la fiscalía llorando a los periodistas sobre los que no pesaba acusación alguna y a quienes ordenó secuestrar el móvil, una coacción indigna que desaprobó el Tribunal Superior y que causó escándalo en el Tribunal Constitucional? (No son magnates).

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