Ocurrió ayer lunes, el día en que los 30 alumnos de primero de Bachillerato expulsados regresaron a las aulas y el colegio La Salle de Palma intentó recuperar la normalidad que el pasado viernes saltó por los aires. Llamadas anónimas colapsaron las centralitas del centro educativo y de su polideportivo durante toda la jornada lectiva, una tras otra, sin descanso, desde la apertura del centro al cierre, con burlas, insultos y amenazas de todo tipo sobre el incidente de la retirada de la bandera de España que los jóvenes colgaron en clase para animar a la selección española y la insubordinación que sufrió la profesora de catalán cuando ordenó descolgar la insignia con la leyenda "Vamos Selección", en cumplimiento de un acuerdo del claustro.

Así lo han confirmado a este diario fuentes del colegio La Salle consultadas, que detallan que el acoso telefónico se prolongó durante todo el día, que las llamadas, la mayoría de ellas anónimas, fueron atendidas sobre todo en la secretaría y la recepción, pero también en la centralita del polideportivo. Y que la gran mayoría de ellas eran "insultos" y "amenazas" dirigidos al centro, pero también burlas sobre el episodio que motivo la medida disciplinaria con los 30 alumnos. Entre estas últimas, las mismas fuentes citan una: "El año que viene quiero matricular a mis hijo en el colegio, ¿de qué colores será la bandera de la matrícula?". Para inmediatamente colgar.

Entrada del colegio La Salle de Palma Manu Mielniezuk

El padre que desveló el conflicto en Twitter, señalado

Paralelamente, la profesora de catalán que sufrió la "insubordinación en masa" y fue señalada y amenazada de muerte por sectores de la ultraderecha, recibía el cariño de alumnos del centro y de sus compañeros de profesión. mientras otros seguían cuestionándola, algunos profiriendo directamente insultos contra ella y otros rechazando las amenazas que la docente sufrió, al trasladarse el conflicto de las aulas a la calle, al debate político y de forma mucho más virulenta a las redes sociales.

El padre de un alumno expulsado que el pasado viernes publicó en Twitter el primer relato de lo sucedido en el Colegio La Salle, sin ligarlo a una insubordinación de los jóvenes, ha restringido el acceso a su cuenta, tras ser señalado en varias cuentas públicas de la misma la misma red social ligadas a la izquierda nacionalista de Baleares, que además han publicado su foto, la de su esposa y ligando su trayectoria profesional al PP.