La abogada Teresa Bueyes, que ejercía la acusación particular en nombre de empresarios de Magaluf, ha lamentado la falta de pruebas para mantener sus imputaciones contra Cursach, Sbert y Jaime Nadal. «Los testigos se han echado abajo. Otros que eran importantísimos para nosotros están en paradero desconocido», señaló tras certificarse la absolución de la inmensa mayoría de encausados en el proceso.

«Estas cosas ya se sabía que iban a pasar. Al final ha ganado el miedo, no ha ganado la justicia», sentenció. La letrada reclamaba una condena de más de 39 años de prisión para Cursach y Sbert, así como 13 años de inhabilitación para Nadal. Sin embargo, el lunes acabó retirando todos los cargos y provocó de facto la absolución de Cursach y Sbert, ya que era la última que mantenía imputaciones contra ellos.