Franco residió en Mallorca un año largo. Según cuenta el historiador Tomàs Vibot, fue destinado por el entonces jefe del Gobierno de la II República y ministro de la Guerra Manuel Azaña en la isla como Jefe de la Comandancia Militar de Baleares. El nombramiento lo firmó el 12 de febrero de 1933. Detrás de este destino siempre se ha comentado que Azaña quiso alejarlo del centro de poder porque en aquel momento las teorías conspiratorias y golpistas estaban a la orden del día y Franco estaba al tanto de todas ellas.

Durante su estancia en la isla, destinado como comandante general de Baleares, “se dedicó, además de su trabajo como militar, a entretenerse con amigos”, explica Vibot. “Hay muchas fotos de él participando en cacerías”, señala. “La familia propietaria de Son Verí de Llucmajor lo invitaba a cacerías de conejos”, relata. Prueba de ello es una foto compartida por Fotos Antiguas de Mallorca cedida por Bartolomé Jaume Nadal donde puede verse a Franco escopeta en mano bromeando con rematar a los conejos. En la imagen también aparece Mateu Torres Bestard, mano derecha de Franco en Mallorca. "Mateu era un militar africanista mallorquín. Cuando Franco fue comandante general de Baleares fue su mano derecha. Mateu tuvo un papel destacado durante la represión. En octubre de 1936 fue nombrado gobernador civil de Baleares. Otro personaje que también tuvo un papel muy destacado en la represión fue Francisco Barrado Zorrilla, nombrado jefe de la policía", explica el historiador Bartomeu Garí.

Franco con el arma apuntando a los conejos tras una cacería. Fotos Antiguas de Mallorca (cedida por Bartolomé Jaume Nadal)

Franco trabajaba en Palma en el Palacio de la Almudaina, sede de la Comandancia Militar.

Franco estuvo en Mallorca hasta octubre de 1934, por lo que su destino en Baleares duró un año largo. En ese mismo año, también el de la excursión al Puig Major y la visita a la finca de Son Torrella invitado por el líder de los falangistas Alfonso de Zayas, al futuro caudillo le cogió la revolución izquierdista de octubre en un viaje a Madrid. El ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, le convirtió en su asesor militar, dirigiendo las operaciones para sofocarla tanto en Barcelona como en Asturias. Tras acabar con la rebelión le nombró jefe de las fuerzas militares de Marruecos. Franco ya no regresó a Mallorca hasta mayo de 1947, ya como caudillo y Jefe de Estado, para la inauguración del monumento a los héroes del crucero Baleares situado en sa Feixina.